"El tráfico ilegal de fauna silvestre es un gigante de mil cabezas". Así resumió el viceministro de Áreas Protegidas y Vida Silvestre del Instituto de Conservación Forestal (ICF), Ángel Matute, el fenómeno de la caza furtiva de animales en bosques protegidos de Honduras.

La opinión del funcionario fue brindada en el marco de un reportaje de tunota.com publicado el lunes (20.07.2021) que dejó al descubierto, en detalle, la oferta y demanda que existe respecto al tráfico ilegal de fauna silvestre.

Pese a las acciones de los depredadores, en el corazón de algunas zonas de reserva, como en la Reserva del Hombre Biosfera del Río Plátano, en el nororiente del territorio, autoridades encargadas de la protección de estos sitios han detectado, mediante grabaciones de cámaras trampa, diversas especies en peligro de extinción que sobreviven.

Animales en su hábitat

Tunota.com tuvo acceso a una serie de imágenes de la fauna obtenidas en estas zonas entre 2015 y 2019 por equipos del ICF y otras entidades.

En las mismas se pueden observar, por ejemplo, a jaguares cruzando riachuelos o bostezando acostados entre la hojarascas, los mismo que un tapir en medio de la jungla.

De igual manera, los registros gráficos muestran venados rojos, osos perezosos o jaguillas.

Este tipo de monitoreo se realiza para determinar qué tan golpeada se encuentra la población animal, en qué,sitios la situación es mas grave y así poder planificar acciones puntales de cuidado.

Te puede interesar: Estos precios se pagan por animales cazados en bosques protegidos en Honduras

Funciones de los animales

La preservación de la vida silvestre, tanto de flora y fauna, es fundamental dentro de cualquier ecosistema. Cada animal, sin distinción del lugar donde habita ni de su rol en la cadena alimenticia, desempeña un papel único en el equilibrio natural.

La presencia de muchas especies depredadoras muestra que un bosque goza de "buena salud", pues evidencia que también existen sus presas y que estas se alimentan de una abundante vegetación.

De acuerdo con la investigación basada en testimonios de fuentes anónimas del sector, los precios varían en el mercado negro, de acuerdo al sitio en que se haga la venta.

Por ejemplo, una guara roja puede llegar a costar $4 mil fuera del país, mientras que por la piel del jaguar, afuera de la reserva de donde fue cazado, se pagan entre L6 mil y L7 mil.

Otros mamíferos como el danto o el oso perezoso pueden ser comercializados por valores que ronda los L3 mil y los L15 mil.

Estrategias, pero...

Datos del Sistema Nacional de Áreas Protegidas de Honduras (Sinaph) indican que en las 29 áreas protegidas habitan 542 especies distintas de animales, de las que por lo menos 41 podrían estar en riesgo de desaparecer.

En el país se han hecho intentos por fortalecer políticas públicas que promuevan su protección forestal, mientras que la investigación científica ha servido en la identificación de especies amenazadas y en la detección de otras que se creían extintas.

Destacamentos y desplazamientos militares en la zona, junto a otras estrategias enfocadas a la prevención como el monitoreo fotográfico, forman parte del trabajo que se realiza en la misión de contrarrestar el delito.

Peligra la herencia

La Reserva del Hombre Biosfera del Río Plátano está bajo amenaza de la desertificación que causa, entre otros factores, la caza irregular de la fauna.

En 1982, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) le otorgó a esta reserva la categoría de Sitio de Patrimonio Mundial Natural de la Humanidad.

Miles de hectáreas de lagunas y manglares conforman el territorio de La Mosquitia.

Abarca espacios de los departamentos de Olancho, Colón y Gracias a Dios, en el nororiente, y ocupa un área de 832 mil 335 hectáreas, lo cual representa alrededor del 7% del territorio nacional.

En esa zona, una de las 29 reservas forestales hondureñas, donde está el hábitat de 170 especies de mamíferos, lo que indica que 6 de cada 10 de estos animales viven allí.

Vista aérea de la biosfera del Río Plátano, hogar de cientos de especies de animales.

Tanta es la riqueza a nivel de fauna que existe en esta jungla que 71 especies de murciélagos (de las 100 registradas a nivel nacional) habitan en ese lugar, mientras que 75 especies de reptiles constituyen el 36% del total reportado en todo el país.

De igual modo, las 586 especies de plantas que hay en la biosfera en 113 familias representan el 10% de la flora nacional.

No obstante, la intromisión de despiadados cazadores mantiene en vilo la riqueza natural de esa zona. Y es, en ese sentido, que buena parte de la fauna silvestre que habita en ella está en riesgo de desaparecer.

Una suma de esfuerzos

El ICF y el Comando de Apoyo al Manejo de Ecosistemas o C-9 de las Fuerzas Armadas forman parte de la Fuerza Interinstitucional Ambiental (FTIA), que también integran la Fiscalía Especial del Medio Ambiente (FEMA), la Secretaría de Energía, Recursos Naturales, Ambiente y Minas (MiAmbiente) y la Procuraduría General de la República (PGR), entre otras.

De acuerdo con el coronel Juan Ramón Hernández, director del C-9, en los últimos años se ha centrado esfuerzos en el fortalecimiento del monitoreo: implementación de cámaras trampa y sensores de sonido.

Esa estrategia, junto a la suscripción de imágenes satelitales, ha servido para proteger a las especies y también para identificar a los cazadores, añadió.

En la reserva de la biosfera existen 35 destacamentos del C-9 integrado por 350 efectivos.

Hernández aseguró, en ese sentido, que el redoblamiento de las acciones preventivas y represivas ha provocado el rescate de mamíferos y aves que estaban en cautiverio.

Por su lado, Ángel Matute coincidió en que el monitoreo y la vigilancia son fundamentales, a tal punto que desde finales de 2019, según explicó, en La Mosquitia se ha contratado a 42 guardarecursos, de los cuales 34 son originarios de la zona.

"En este momento tenemos seis puntos de control diseminados en la zona núcleo de la biosfera y se espera la creación de cinco más", indicó el funcionario.

Ayuda local

Por otra parte, Ana Velázquez, directora del departamento de Vida Silvestre del ICF, consideró que la "concienciación" y el "involucramiento de las comunidades" también son importantes para de combatir la problemática.

"Nada será suficiente si las comunidades locales no se involucran activamente, por ello se vuelve necesario fortalecer la educación ambiental", precisó.

En 2009, se creó bajo decreto 158-2009 la Ley Especial de Educación y Comunicación Ambiental que promueve la educación ambiental y la creación de espacios informativos dedicados a defender y proteger al medio ambiente.

Sin embargo, aún con la normativa que vela por la vida silvestre, en Honduras pareciese que la caza ilegal es una actividad cada vez más normalizada.

Primer libro rojo de especies amenazadas

En Honduras, similar al caso de otros países latinoamericanos como México, Colombia o Ecuador, se trabaja en una investigación que servirá para publicar el primer libro rojo de especies en peligro de extinción, que servirá como un insumo en la toma de decisiones para el cuidado de las reservas.

La información fue confiada a tunota.com por el viceministro Matute, quien adelantó que la publicación se realizará en conjunto con el ministerio de MiAmbiente.

¡Están vivos!

Sin embargo, este tipo de investigaciones también suelen reflejar aspectos positivos, consideró.

En 2015, para el caso, un grupo de arqueólogos de la organización Conservación Internacional (CI) se desplazó a la zona de La Mosquitia y redescubrió en la llamada "Ciudad Blanca" la presencia de especies que se creían desaparecidas.

Entre los animales observados figuró el escarabajo tigre, considerado extinto, el murciélago cara pálida, no visto desde hace más de 70 décadas, y el falso coral de árbol, ausente para el ojo público desde mediados de la década de 1960.

Contar con un libro rojo "le permitirá a la sociedad contar con un estudio poblacional sobre las especies que están en peligro de extinción y las que están en riesgo de estarlo", finalizó Matute.

Lea también: Fauna bajo acecho: estos precios se pagan por animales cazados en los bosques protegidos de Honduras