La pobreza en Honduras es un desafío persistente que afecta a gran parte de la población y que ha persistido durante años.

De tal manera, que Honduras es uno de los países con índices más altos de pobreza en Centroamérica, posicionándose entre los primeros lugares junto a Guatemala.  

Se estima que en el 2022 la tasa de pobreza alcanzó el 52 por ciento y un 13,3 por ciento en pobreza extrema.

Mientras que, en lo que va del 2023 se presume que más del 59 por ciento son afectados por pobreza y un 32 por ciento en pobreza extrema afectado mayormente a las mujeres.

Debido a la pobreza y falta de empleo muchas personas salen a pedir dinero a las calles. Foto: Hondudiario

Según el Panorama de Necesidades Humanitarias 2023, existen alrededor de 3,2 millones de personas con necesidades humanitarias en el país.

Esto afecta en un 60%  a las mujeres hondureñas, 37% a los niños y niñas, y el 6% personas con discapacidad. 

A pesar de los esfuerzos gubernamentales y las iniciativas de desarrollo, el país continúa luchando contra la desigualdad y la falta de oportunidades económicas para sus ciudadanos.

¿Qué factores afecta la pobreza en Honduras?

La pandemia de COVID-19 tuvo un impacto significativo en la economía mundial, y Honduras no fue una excepción.

Honduras no solo es uno de los países más peligrosos de Centroamérica, también alcanza uno de los índices más altos en pobreza. Detalles aquí.
Cientos de hondureños viven en condiciones precarias. Foto: OPSA

Esta crisis sanitaria generó una contracción económica, el cierre de muchas empresas y negocios, también la pérdida de empleos, lo cual podría haber aumentado los niveles de pobreza en el país.

De igual manera en noviembre del 2020 el territorio nacional fue afectado por dos fenómenos naturales, Eta e Iota (huracanes) que agravaron más las necesidades humanitarias.

Tras el paso de estos dos huracanes, cientos de personas perdieron sus casas y negocios, esto provocó un aumento de la pobreza en Honduras.

Actualmente el país enfrenta numerosos obstáculos en la lucha contra la pobreza, como la desigualdad de ingresos, la falta de empleo formal, la falta de acceso a servicios básicos y la vulnerabilidad a desastres naturales.