Las enfermeras y enfermeros de Honduras han sido uno de los sectores más afectados por la pandemia del coronavirus (covid-19), dentro del área de Salud, en donde alrededor de 40 empleados de este rubro han fallecido a causa de la enfermedad.

Actualmente, unas 800 enfermeras a nivel nacional se han contagiado del coronavirus, de las cuales al menos el 47 por ciento lograron vencer al mortal virus. Aunque, hasta el 7 de julio, se reportó el fallecimiento de 7 enfermeras.

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"Ver fallecer tantos pacientes y sin poder ayudar es un proceso bien difícil"

Iris Agurcia, es una enfermera del Hospital Cardiopulmonar mejor conocido como Hospital del Tórax en Tegucigalpa, capital de Honduras, que ha sufrido en carne propia los estragos que va dejando el coronavirus en el país.

La enfermera relata que esta enfermedad es una que deja mucho aprendizaje, ya que al ser un virus relativamente nuevo se desconoce poco de él.

"Es una experiencia en donde da mucho pesar ver a los pacientes con esta infección. Deja mucho que aprender, a ser mas humanitario, ya que la mayoría son personas adultos, pero también hay jóvenes y verlos ahí causa muchas sensaciones", le comienza relatando Agurcia a tunota.com.

Iris cuenta que lo más trágico es "ver que sus familiares no pueden visitarlos (a los pacientes), y ver que algunos luchan por sobrevivir y no lo logran por estar avanzado en la enfermedad, es muy cruel, son pocos los que logran vencerla; igual para el personal es un gran riesgo aún teniendo cuidados de bioseguridad".

Agurcia comenta a tunota.com que "la realidad que se vive dentro de los hospitales" es muy diferente a lo que se ve fuera de ellos, y relata lo más duro que le ha tocado vivir en cuatro meses que van de la pandemia.

"Hay pacientes que llegan caminando, hoy están bien y mañana ya están descompesados. Ver que los pacientes compren su propio oxigeno y ni aún así se puedan salvar es lo más duro. Ver fallecer tantos pacientes y sin poder ayudar es un proceso bien difícil", lamenta.

Para finalizar, la enfermera lamenta que se haya dejado vulnerable al personal de salud ante la pandemia del covid-19, batallando casi sin el equipo necesario para hacerle frente a un enemigo desconocido y casi invisible.

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