Desde hace cuatro días, Julio y su esposa permanecen viviendo en una de las avenidas del Casco Histórico de Tegucigalpa, luego que familiares los corrieran de su casa a pesar que el hondureño ha sufrido dos derrames cerebrales que lo hicieron perder su movilidad.

Luego de sufrir los dos derrames, Julio quedó imposibilitado de trabajar, por lo que su familia lo sacó de su casa y ahora deben vivir de la caridad y tratar de sobrevivir en una acera de las antiguas oficinas de la Dirección Ejecutiva de Ingresos (DEI).

Con una silla de ruedas, una frazada, algunos platos de comida y algo de ropa sobrevive esta pareja que anhela un milagro, un rayo de luz en sus vidas.

Al enterarse del caso, la joven Martha, miembro de la Asociación de colaboración y esfuerzos (Acoes), decidió ayudar a esta familia de hondureños que claman por ayuda para salir de la mendicidad.

Martha relató al noticiero Hoy Mismo de Televicentro cómo se enteró de la historia de este hondureño, luego de sentir la ausencia de su hijo a la escuela donde recibía reforzamientos educativos.

"Formamos parte de una organización que en una escuela del barrio La Isla atiende a niños que sus padres no pueden enseñarles; nos dimos cuenta que el hijo de ella tenía dos semanas que no llegaba y comenzamos a buscarlo", comentó la joven.

"Anduvimos preguntando con los vecinos y nadie nos dio señales, y en esa búsqueda de encontrar al niño lo encontramos; nos dijo que estaban viviendo acá", agregó.

Tristeza e indignación

Según Martha, al ver en las condiciones que se encontraba la pareja, sintieron, junto a otras compañeras, mucha tristeza e indignación, pues es una familia a la que ellos siempre han apoyado.

"Nos dio mucha tristeza e indignación de no poder hacer nada porque realmente hemos cooperado con ellos; hemos gestionado con algunas organizaciones que nos han dicho que ni en la alcaldía no nos quisieron ayudar", dijo Martha.

Asimismo, agregó: "solo hemos podido asistirles con comida, pero tampoco queremos dejarlos tirados sin poder hacer nada. Por eso estamos buscando la manera que tengan un techo digno".

Según se informó, el hondureño necesita ropa, pañales desechables, zapatos, una silla de ruedas nueva y comida, por lo que Martha dejó a disposición un número de teléfono para que las personas puedan cooperar.

La población que desee ayudar puede comunicarse al número 504 8836-3033 para poder aportar un grano de arena a este hondureño necesitado.

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