Juan de Dios Flores era el nombre del indigente que murió tras una golpiza propinada por el italiano Giorgio Scanu, quien luego perdió la vida a manos de una turba enardecida en Santa Ana de Yusguare, en Choluteca.

Un lamentable hecho que le dio la vuelta al mundo.

Mucho se ha escrito del italiano, a quien se le acusaron de realizar otros ataques anteriormente con balas y constantes amenazas.

Pero ahora, sin justificar el crimen de Scanu y el saldo de justicia de la población de Yusguare por sus propias manos, contamos un poco más sobre Juan Flores.

Problemas mentales

Flores, tenía 76 años y deambulaba por toda esta comunidad tras presentar síntomas de enfermedades mentales.

Además, se le identificó con acciones relacionadas a la piromanía, según el alcalde Edas Turcios.

"Relativamente él era un pirómano, él salía... a veces llegaba a la casa, otras; no se dejaba manejar por los hijos. él estaba en esa edad bien compleja", relató el alcalde.

Juan Flores tenía dos hijos y varios hermanos en esta comunidad y aunque ellos luchaban por tenerlo controlado, él siempre quedaba en la calle y dormía donde la noche le cogiera, según el relato de pobladores.

De acuerdo a Turcios, él habló con los familiares de Flores para que fuera internado ya que "era un pirómano".

El hombre, al parecer, gozaba el cariño de la comunidad en general, muchas personas solían alimentarlo, pues no llegaba por días a su vivienda.

Buscaban llevarlo a una casa hogar

Sin embargo, la situación social de Juan Flores no era la mejor, por lo que según el alcalde Turcios, se hicieron recomendaciones e intentos por llevarlo a una casa hogar del departamento de Choluteca.

La familia del malogrado anciano, habrían ya comenzado de hecho los trámites para hacerlo llevar a uno de estos centros de beneficencia.

"La condición de la casa hogar para aceptarlo, era que cuando fueran por don Juan, él no les dijera que no se iría con ellos", comentó el edil.

¿Cómo inició "el desastre"?

Juan Flores llegó al jardín de la casa de Scanu en Santa Ana de Yurguare, y habría arrancado una flor plantada, razón por el italiano lo comenzó a perseguir.

Según pobladores, Scanu lo buscó todo el día hasta dar con él.

"Él (Scanu), dijo públicamente que él era quien lo mataba", dijo José Flores, hermano del anciano hondureño.

Cuando finalmente el europeo dio con él, lo golpeó hasta provocarle la muerte.

"El problema de mi hermano fue haberle tocado una florecita de una plantita... y por eso lo anduvo buscando todo el día con un bate", recalcó José Flores.

Tras correrse la noticia del crimen, una turba enardecida, botó los portones de la casa de Scanu y comenzaron a tomarse justicia por su propia mano.

Usando palos, machetes y puños, acorralaron a Scanu hasta acabar con su vida.

Mientras tanto, la policía decidió dejar de incidir en el hecho, dado que la situación ya era incontrolable.

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