Un nuevo juicio contra el exdiputado hondureño, Fredy Nájera, en la Corte del Distrito Sur de Nueva York, Estados Unidos, revelaría nuevos detalles del vinculo del expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, con el narcotráfico, delito por el cual la fiscalía estadounidense lo solicita en extradición.

El próximo 12 de abril el exparlamentario hondureño -acusado de tráfico de drogas y uso armas de fuego- se presentará a una audiencia de fático donde se conocerá la sentencia que enfrentará Fredy Nájera, quien anteriormente se declaró culpable de los cargos que se le imputan.

De acuerdo a una serie de documentos publicados por el periodista estadounidense, Jeff Ernst, en la audiencia contra Nájera se presentaría un testigo conocido como CW-1, un miembro de alto rango del Cártel de Sinaloa, que se presume podría ser Cesar Gastelum Serrano, quien manejaba las operaciones del cártel en Honduras.

Investigación

En el documento se indica que el acusado (Fredy Nájera) poseía y controlaba una pista de aterrizaje en Catacamas, Olancho, que utilizaba para el narcotráfico.

De acuerdo a la investigación, a partir de 2008 Nájera discutió con CW-1 y otros miembros del Cártel de Sinaloa sobre el uso de pistas de aterrizaje y ranchos que Nájera controlaba en todo Olancho para traficar toneladas de cocaína.

Poco después de esta reunión, CW-1 se enteró de que otro narcotraficante había llamado la atención de las fuerzas del orden sobre la pista de aterrizaje de Catacamas después de enviar un cargamento de cocaína de más de 1,000 kilos a esa pista de aterrizaje.

Debido a la preocupación por la atención reciente en la pista de aterrizaje de Catacamas, CW-1 y los otros miembros del Cártel de Sinaloa usaron otras pistas de aterrizaje controladas por Nájera para traficar drogas.

Financiamiento para campañas políticas

Para el 2012, cuando Nájera se postulaba para su reelección en el Congreso Nacional, solicitó a CW-1 aproximadamente 200 mil dólares (unos 4.8 millones de lempiras) para su campaña, que CW-1 entregó directamente a Nájera.

Luego de recibir los 200 mil dólares, Nájera le dijo a CW-1 que necesitaba aproximadamente 100 mil dólares más para garantizar los resultados de sus elecciones, lo que CW-1 entendió como manipulación de las elecciones.

Posteriormente, Nájera solicitó a los miembros del Cartel de Sinaloa 1 millón de dólares (24.4 millones de lempiras) para el excongresista Yani Rosenthal para convertirse en presidente de Honduras.

Nájera informó que era importante apoyar financieramente a Yani Rosenthal porque, si Yani Rosenthal fuera elegido, entonces Nájera podría acceder a información confidencial y ayudar a proteger sus actividades de narcotráfico.

Financiamiento a Juan Orlando Hernández

Ernst explicó que, parte de los indicios es la ya conocida reunión después de la elección de 2013 que fue grabada por el líder del Cártel de los Cachiros, Devis Leonel Rivera Maradiaga, en la que se discutió esfuerzos para recibir tratamiento favorable del expresidente Juan Orlando Hernández, y apoyar a Oscar Nájera para la presidencia del Congreso.

Nájera participó en esa reunión de enero de 2014 sobre la elección como presidente del Congreso Nacional, donde también estuvo involucrado el excongresista Midence Oquelí Martínez Turcios, miembro de una organización narcotraficante acusado de tráfico de drogas y delitos con armas por la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York.

Durante esa reunión, Nájera discutió la búsqueda de un trato favorable y protección del presidente hondureño, Juan Orlando Hernández.

Acusación contra Juan Orlando Hernández

Estados Unidos le solicitó a Honduras el arresto preventivo con fines de extradición de Juan Orlando Hernández, acusándolo de tres cargos relacionados al tráfico de drogas y el uso de armas.

El primero es por conspiración para importar una sustancia controlada a los Estados Unidos con el conocimiento de que dicha sustancia sería importada ilegalmente al país norteamericano.

El segundo cargo es por usar o portar armas de fuego, o ayudar e instigar al uso, el poder y la posesión de ametralladoras y dispositivos destructivos.

Mientras que el cargo tres se refiere a una conspiración para usar o portar armas de fuego; incluyendo ametralladoras y dispositivos destructivo en apoyo de la conspiración de importación de narcóticos.

Compra de lanzagranadas

Finalmente, la fiscalía acusa a Fredy Nájera de coordinar la compra de aproximadamente dos lanzagranadas a un costo de 20 mil dólares (unos 488 mil dólares) y cuatro granadas acompañantes con un valor de 30 mil dólares (732 mil lempiras) por granada.

Las armas fueron pagadas por miembros del Cártel de Sinaloa. La Fiscalía asegura que Nájera estuvo directamente involucrado en la adquisición y uso de ametralladoras y juegos de rol como parte de la conspiración masiva de tráfico de drogas hacia Estados Unidos.

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