Karla Mejía fue aconsejada por su madre, Lidia Sagrario Molina, Santos para que estudiara Medicina, "pero a mí siempre me gustó la redacción y las letras".

"Desde niña se me inculcó la lectura y eso me ha ayudado a tener facilidad de redacción. Mis escritores favoritos son Julio Cortázar, Gabriel García Márquez e Isabel Allende", relató la joven de 27 años.

Fue así que Mejía, candidata liberal a diputada al Congreso Nacional por Valle, zona sur de Honduras, le hizo caso a sus deseos y logró graduarse de periodista y luego de abogada en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH).

Sus pininos en el área reporteril los hizo al escribir algunas crónicas de partidos del Mundial de Brasil 2014 para una revista digital, dijo Mejía, quien labora como comunicadora institucional en la alcaldía de Valle.

Mejía creció observando a su padre Carlos Roberto Mejía López, un dirigente del Partido Liberal en San Lorenzo, Valle, liderar grupos de prosélitos en el sur de Honduras.

Luego, con su pasión por las lectura y con su sensibilidad ante la desigualdad que viven muchos hondureños, se trazó un objetivo: actuar más y criticar menos.

"Decidí decir 'sí' (a la política) porque creo que uno debe poner sus talentos al servicio de la gente", confiesa.

Es así que el 28 de noviembre de 2021, día de las elecciones generales, la joven disputará, junto a otros 39 candidatos de 10 partidos distintos, uno de los cuatro escaños con los que Valle cuenta en el Congreso.

"Es un reto que me da la oportunidad de mostrar lo valiosas que somos las mujeres, creo que hemos logrado concientizar a la mujer sobre la importancia que tenemos dentro de la familia y la sociedad", indica.

Con el objetivo de dar a conocer su vida y sus propuestas, enfocadas sobre todo a transforma los sistemas de salud y educación, Karla Mejía ofreció una entrevista a tunota.com.

En ella dejó claro que, entre sus aspiraciones, está ser "abanderada de abrogar la Ley de las Zonas Especiales de Desarrollo y Empleo (ZEDE) y el Código Penal".

¿Cómo fueron sus primeros años y su carrera académica?

Nací en San Lorenzo, Valle el 10 de septiembre de 1994. Soy hija de Carlos Roberto Mejía López, sanlorenzano y emprendedor, y de Lidia Sagrario Mejía Santos, una maestra pespirense, y tengo un hermano que tiene 25 años y que está próximo a egresar de Economía en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH).

En un comienzo, mi mamá quería que fuera médica, pero a mí siempre me gustó la redacción y las letras. En mi familia existe un referente del periodismo nacional, mi tía Thelma Mejía, a quien siempre he admirado y cuya admiración, creo, influyó para que estudiara Periodismo en la UNAH. Me gradué con 21 años y, en el camino que fui estudiando la carrera, también me gustó Derecho, carrera de la que egresé en 2019.

¿En Tegucigalpa vivió sola?

Sí, llegué con 16 años. Viví en la colonia Kennedy, donde doña Natalia, una amiga de mi mamá. Allí viví durante ocho años, es decir, cuando saqué mis dos carreras universitarias.

¿Qué la inquietó a estudiar Derecho?

Yo estaba cursando el segundo año de Periodismo y decidí, simultáneamente, estudiar Derecho. Saqué algunas clases, pero luego se me complicó. Cuando me gradué de la primera carrera, entré de lleno a Derecho y, como le dije, me gradué en 2019.

Mejía, junto a su madre, su hermano y su padre cuando egresó dela carrera de Derecho en la UNAH. Foto: Archivo de Karla Mejía

¿Ha ejercido en ambas?

Sí, he tenido la oportunidad de colaborar, en el área periodística, con el diario Proceso Digital. Durante el Mundial Brasil de 2014, escribí algunas crónicas deportivas, también está mi trabajo en relaciones públicas en la alcaldía de San Lorenzo, Valle desde 2018. Como abogada también he realizado algunos trabajos independiente.

¿Me habló de su pasión por las letras?

En efecto, desde niña se me inculcó la lectura y eso me ha ayudado a tener facilidad de redacción. Mis escritores favoritos son Julio Cortázar, Gabriel García Márquez e Isabel Allende.

¿Eso le ha ayudado en su faceta periodística?

Sí, fíjese que en la universidad me destaqué mucho en clases de redacción. Ello me llevó a liderar algunos grupos de trabajo y a encargarme de la edición en diversos trabajos escritos.

Mejía (izquierda) cuando egresó como licenciada en Periodismo junto a su abuela, Juana López. Foto: Archivo de Karla Mejía

¿Cómo es su relación con su familia?

Es una buena relación. Soy muy apegada a ellos. A mi papá siempre lo he admirado y respetado. Igual a mi mamá. No puedo decir que es una relación de mejores amigos, pero sí, siempre prevalece el amor.

Si se convierte en diputada, probablemente viviría sola en Tegucigalpa, ¿le afectaría?

No, ya viví ocho años lejos de ellos durante mi etapa como estudiante y sé que es un sacrificio que valdrá la pena.

¿Su paso por la alcaldía de San Lorenzo, Valle como asesora en relaciones públicas la llevó a la política?

Sí, la verdad es que mi papá desde hace muchos años ha estado en el activismo político, liderando grupos en el Partido Liberal y crecí viéndolo a él. Así fue que me enamoré del partido, lo que despertó en mí ese interés hacia la política. Desde las elecciones generales de 2017 aspiré a ser diputada suplente y también me incorporé fuertemente al proyecto municipal de don Elmer Ortez, actual alcalde de San Lorenzo, Valle. Luego, cuando quedó electo, me dio la oportunidad de trabajar en relaciones públicas dentro de la alcaldía.

¿Su edad ha sido un reto?

Siempre me han dicho que he sido una persona madura, me he caracterizado por la seriedad, el temperamento fuerte y la responsabilidad. Soy una persona de una sola palabra. Aspiré a ser candidata a diputada suplente con 22 años, la más joven en la historia de este departamento en ese momento.

A partir de ello, asumí este reto porque varios jóvenes simpatizaron con el proyecto de la juventud y desde ese momento mi nombre venía sonando. En las elecciones primarias me posicioné tercera dentro del partido, se le dio ese espacio a la juventud y decidí decir sí porque creo que uno debe poner sus talentos al servicio de la gente.

A pesar de que tengo 27 años y que existe un descrédito, soy una persona preparada. Pero, ante todo, tengo las ganas de servir a la gente, a un pueblo que se muere porque no hay salud, un pueblo lleno de personas sin empleo y lleno de jóvenes que se van buscando oportunidades. No me puedo quedar desde mi casa criticando. Y aquí estoy, sobre todo porque hay personas que tienen sus ilusiones puestas en esta candidatura.

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¿Ve desventaja en que los cuatro diputados de Valle se estén reeligiendo?

Es un reto que me da la oportunidad de mostrar lo valiosas que somos las mujeres, creo que hemos logrado concientizar a la mujer sobre la importancia que tenemos dentro de la familia y la sociedad. Nuestra campaña política ha estado enfocada a la construcción, sin atacar ni ofender a nadie.

Hemos alzado la voz para demostrar que estamos en contra de determinadas situaciones. Desde una perspectiva de mujer también hemos llevado hacia adelante esta campaña. No es fácil, los actuales diputados del departamento son cuatro hombres conocidos y con un nombre dentro de Valle, pero creo que se me ha respetado como mujer.

Mejía durante una concentración política previa a las elecciones primarias de 2017. Foto: Archivo de Karla Mejía.

Hay ataques y estrategias dirigidas al descrédito, pero nosotros estamos ahí, construyendo. El municipio está entusiasmado, sobre todo porque no ha tenido un diputado propietario en más de 40 años, entonces es un reto grande.

¿Ha percibido campañas de desprestigio de parte de otros candidatos?

Sí, es normal que pueda haber comentarios disonantes. Contra mí no han habido tanto, pero sí contra el alcalde y sus regidores, aunque también se me ha mencionado en cosas que no son ciertas. Sin embargo, la gente sabe quién soy y confío en que me darán su voto.

Deme tres propuestas

En primer lugar, quiero dejar en claro que soy abanderada de abrogar la Ley de las Zonas Especiales de Desarrollo y Empleo (ZEDE) y el Código Penal, porque ambas son aberraciones jurídicas. Pero, además de ello, en el tema de salud quiero impulsar una construcción masiva de centros de salud en áreas rurales, dotarlos de medicamentos y personal, mejorar la atención primaria y evitar el colapso hospitalario.

También en educación pretendo que se reduzca la brecha digital, capacitando a maestros y dotándoles de herramientas tecnológicas, también mediante la construcción de aulas inclusivas, un sueño de mi madre, que sean dirigidas a niños con capacidad especiales, deseo que sean atendidos de manera integral. También promoveré el fortalecimiento del emprendimiento en las áreas rurales.

¿Le genera temor la violencia política que se atraviesa?

Sí, he sentido temor. Al candidato a alcalde en las elecciones primarias lo quisieron dañar, hace tres semanas también estuvimos bajo la amenaza de que en una concentración política había sicarios que querían asesinar al alcalde. Además de ello, son muchos los amigos que me han dicho que me cuide y que trate de salir lo menos posible de mi casa.

No he recibido ningún ataque violento, aunque desgraciadamente existe gente que no anda bien y que no le da miedo hacer daño. Un amigo me decía hace un par de días que evitar las cosas no es cobardía y así estamos ahorita, con el objetivo de no correr riesgos.

¿Qué es lo que quiere cambiar desde una curul?

El país enfrenta una de las crisis más profundas en su historia. La brecha de desigualdad es enorme, ver niños y ancianos en las calles me causa mucha frustración. Tristemente, Honduras está en manos de corruptos y a ellos no les interesa que la gente muera por hambre o problemas de salud.

Entonces, en esta coyuntura, la juventud tiene la oportunidad de dar ese paso hacia adelante por el bienestar del país. Si no trabajamos por Honduras, le entregaremos a nuestros hijos un país en miseria. Por eso, hay que actuar y no quedarse criticando desde casa.

¿Qué hace en estos momentos además de política?

Ayudo bastante a mi mamá, quien tiene un emprendimiento. Además, dedico tiempo a estudiar permanentemente, en este momento estoy cursando algunos diplomados. De igual forma, a veces visito a mis amigos en Tegucigalpa y comparto con ellos allá.

¿Qué mensaje le da a la ciudadanía para el domingo?

Que salgan a votar masivamente, sólo acudiendo a las urnas se evitará el fantasma del fraude. Deseo que sea una fiesta cívica y democrática, hay que hacerlo por Honduras, con un profundo sentimiento de amor por los nuestros. Evitemos la confrontación y la violencia, ya es hora de que el pueblo deje de poner la sangre, los muertos.

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