La captura del expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, alias "JOH", a petición de Estados Unidos que lo acusa de tres delitos asociados al narcotráfico, marcó el inicio de su extradición a ese país, donde su hermano Juan Antonio Hernández, alias "Tony" cumple una cadena perpetua por ser considerado "un narco a gran escala".

En una operación dirigida por el ministro de Seguridad, Ramón Sabillón, bajo un riguroso dispositivo de seguridad, Hernández fue capturado el pasado 15 de febrero en el portón principal de su casa en la residencial San Ignacio, y de inmediato, se le colocó un chaleco antibalas, fue esposado de manos y pies y llevado al Cuartel de Fuerzas Especiales, más conocido como "Los Cobras".

La captura se produjo poco tiempo después de que el juez natural Edwin Ortéz, designado por la Corte Suprema de Justicia (CSJ), dictó la orden de detención, en un ambiente de mucha expectación en su país y el júbilo de un pueblo que esperaba la llegada de ese momento desde hace varios años.

El exmandatario salió caminando por el portón principal de su casa, en la zona residencial exclusiva de San Ignacio, en el oriente de Tegucigalpa, vestido con un pantalón vaquero de color azul, una chaqueta y mascarilla del mismo color, y camisa blanca.

La solicitud de "arresto provisional de un político hondureño con el propósito de extradición" fue hecha el 14 de febrero por la Embajada de Estados Unidos en Tegucigalpa, veinte días después de que Hernández finalizó su segundo mandato consecutivo, el 27 de enero, cuando fue sucedido en el poder por Xiomara Castro.

"No es un momento fácil"

Luego de que trascendió la solicitud de Estados Unidos, centenares de policías y militares montaron un dispositivo de seguridad como medida preventiva para evitar una eventual fuga del exgobernante, quien anunció que estaba "presto y listo para colaborar" a entregarse a las autoridades.

"No es un momento fácil. A nadie se lo deseo (...) estoy presto y listo para colaborar y llegar voluntariamente con su acompañamiento en el momento que el juez natural que designe la honorable CSJ así lo decida; para poder enfrentar esta situación y defenderme", expresó Hernández en un audio difundido en Twitter.

Horas más tarde, el Supremo designó al magistrado Edwin Ortéz para que conociera de la petición de Estados Unidos hecha a través de la Cancillería.

De su casa, Hernández fue llevado en un vehículo hasta una estación especial de la Policía Nacional, donde permanece recluido mientras es extraditado.

Audiencias

La primera audiencia de Hernández ante el juez natural que conoció la causa fue el miércoles 16 de febrero y, un mes después el 16 de marzo, se desarrolló la audiencia de presentación y evacuación de pruebas.

Ese mismo día, el juez natural admitió la solicitud de extradición de Hernández. Tres días después, la defensa del expresidente presentó la apelación alegando que tenía alrededor de 32 denuncias en Honduras que podrían evitar la extradición y ser juzgado en el país.

Sin embargo, la apelación no fue suficiente y el 28 de marzo el pleno de la CSJ, compuesta por 15 magistrados, ratificó la extradición de Juan Orlando Hernández al país norteamericano.

Estados Unidos lo acusa de tres delitos

Estados Unidos acusa a Juan Orlando Hernández de tres cargos, el primero por "conspiración para importar una sustancia controlada a los Estados Unidos", con el "conocimiento de que dicha sustancia sería importada ilegalmente a los Estados Unidos" a aguas "a una distancia de 12 millas de la costa" del país norteamericano.

Además, en ese mismo cargo se le acusa de "fabricar, distribuir y poseer con la intención de distribuir una sustancia controlada a bordo de una aeronave registrada en los Estados Unidos".

El segundo cargo, es por "usar o portar armas de fuego, o ayudar e instigar al uso, el poder y la posesión" de "ametralladoras y dispositivos destructivos".

Las armas y los dispositivos destructivos serían "en apoyo de la conspiración de importación de narcóticos de los que se le acusa en el cargo uno".

El cargo tres se refiere a una "conspiración para usar o portar armas de fuego, incluyendo ametralladoras y dispositivos destructivos, durante y en relación con; o poseer armas de fuego, incluyendo ametralladoras y dispositivos destructivos, en apoyo de la conspiración de importación de narcóticos", según un informe que la Embajada estadounidense le envió a la Cancillería hondureña.

Entre otras cosas, la Embajada indicó que "en total, desde aproximadamente el 2004, la conspiración transportó más de aproximadamente 500 mil kilogramos de cocaína a través de Honduras con destino a los Estados Unidos".

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