Son más de 800 hijos de migrantes hondureños invisibles, niños que Mëxico se niega a reconocer.

“Es un caos”, expresa a tunota Irineo Mujica, director de la Organización Pueblos Sin Fronteras en México, sobre la situación que viven las madres hondureñas que dan a luz en ese país.

Del 2017 a marzo de 2022, más de 800 hijos de migrantes hondureños, nacieron en México.

A ellos se les ha negado el derecho a obtener la nacionalidad de ese país, confirma la investigación "Los niños sin nombre" realizada por Dulce Rodríguez para binoticias.com, Connectas, El Sol de Tijuana, Newsweek y Pie de Página.

Les están negando la nacionalidad a sus niños y a ellas, reafirma Mujica.

“Desde que los niños nacen, según la ley mexicana, se les debe otorga automáticamente la ciudadanía a las madres y a sus hijos. Pero lo que viven es la
deportación inmediata, porque simplemente ignoran la ley”, señala.

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Esa detención y deportación hacen que se rompa el proceso y que los niños no se registren ni accedan a beneficios como el Seguro Social.

“Manipulan la ley de acuerdo a sus intereses. Hay desconocimiento en el personal que está en el Juzgado. Como son indocumentados, no saben cómo proceder y no los registran”, denuncia el director de Pueblos Sin Fronteras.

A esto se suma la ausencia de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, cuya intervención -aseguran los defensores de migrantes- se ha visto diezmada, limitada para actuar en favor de los migrantes.

El caso de "Alejandra"

Alejandra es el nombre que usaremos para relatar la historia de una hondureña que salió hace unos meses de Honduras, tras sufrir una violación en el departamento de Yoro.

Dos hombres, tras un partido de fútbol, la invitaron a una bebida que mezclaron con una sustancia que la durmió. Cuando despertó se dio cuenta que había sido violada.

Desde ese momento comenzó su calvario. Ella pidió ayuda a su hermano que vive en Estados Unidos y pagó a un coyote para que la trasladará hasta ese país.

Sin embargo, cuando estaba en Villahermosa, Tabasco, Alejandra dio a luz. El hermano le mandó dinero para que fuera atendida en una clínica.

Le practicaron cesárea y la bebé nació. A la niña no la registraron. Solo contaba con el documento que la clínica le extendió como constancia del nacimiento de la bebé.

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Llegó a la frontera, se entregó a las autoridades norteamericanas, pero no le dieron ingreso porque ni ella ni la bebé tienen papeles.

Está en una casa del Desarrollo Integral de la Familia (DIF), en Reynosa, Tamaulipas, donde se encuentra prácticamente retenida.

“Me llamó una licenciada y me dijo que le arreglarían los papeles a la niña. La obligaron a registrar a la bebé y la engañaron que le harían papeles a mi hermana",
dice el hermano de Alejandra.

Van dos meses y Alejandra y su niña siguen detenidas. No les resuelven y más bien las amenazan y les dicen que ella se puede ir, pero que la bebé quedará en el DIF.

“Están a merced del Gobierno. Las organizaciones defensoras intentamos hacer algo, pero no se respetan los derechos de los migrantes”, concluyó Mujica.

Realidad

Lo que vive Alejandra lo sufren centenares de hondureños que tienen identificados a sus hijos, pero su nombre es invisible para las autoridades mexicanas.

No les quieren legalizar su nacionalidad, negándoles así derechos como salud y educación, según Connectas.

De acuerdo con la información de esta organización, los 818 menores nacieron desde 2017 a marzo de 2022 en estados como Aguascalientes, Baja California, Ciudad de México y Chiapas.

El nacimiento de niños de padres migrantes procedentes de Honduras ocupa el cuarto lugar en México. El primer lugar lo ocupa Guatemala (1,607), seguido de Venezuela (1,478) y Colombia (1,418).

Los padres han expresado a Connectas la situación que les ha tocado vivir.

En muchos casos, los hospitales no quieren atender a las mujeres que salieron de Honduras en estado avanzado de gestación y les tocó dar a luz en México, por no avanzar a su tiempo hasta la frontera con Estados Unidos, como es su objetivo.