El Ministerio Público (MP) a través de la Unidad Nacional de Apoyo Fiscal (UNAF) informó este lunes que en la repetición del juicio por el caso 'ambulancias' contra Ramón Bertetty, exgerente administrativo del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) ''logró de nuevo condena por cohecho como delito continuado''.

Asimismo, el MP comunicó que además, Bertetty fue declaro culpable de ''negociaciones incompatibles en el ejercicio de sus funciones públicas en concurso ideal con el delito de fraude''.

De momento el ente acusador del Estado no ha brindado mayores detalles sobre esta repetición de juicio y otros indicios.

Caso ambulancias

El exgerente de Compras del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), José Ramón Bertetty, fue encontrado culpable en un caso de corrupción relacionado con la compra de ambulancias sobrevaloradas en el año 2012.

Según las investigaciones del Ministerio Público (MP), Bertetty manipuló el proceso de compras de 10 ambulancias, recibiendo un soborno de 4.6 millones de lempiras (equivalentes a aproximadamente $240 mil dólares en ese momento).

La adquisición de los vehículos se llevó a cabo mediante una licitación pública nacional por un total de 13 millones de lempiras (alrededor de $684 mil dólares), a un precio de 1.3 millones de lempiras por cada una ($68 mil y fracción de dólares).

Sin embargo, tanto el Tribunal Superior de Cuentas como el Poder Judicial determinaron que las ambulancias estaban sobrevaloradas y en realidad eran buses con adaptaciones de mala calidad.

Costo real

Según un dictamen del MP, el costo real de cada ambulancia era de 500 mil lempiras (unos $26 mil dólares), lo que implica una sobrevaloración del contrato de 7.4 millones de lempiras (unos $390 mil dólares) en total por las 10 ambulancias.

Bertetty, según la investigación fiscal, recibió 4.644.953 lempiras como soborno por manipular el proceso de licitación a favor de la empresa Tecma, que vendió las ambulancias.

A pesar de esto, los ejecutivos de Tecma no fueron acusados de ningún delito.

Los pagos de sobornos a Bertetty se realizaron mediante tres cheques, según las pruebas presentadas por el MP.

Además, se descubrió que las ambulancias no tenían equipamiento de fábrica, sino que el ensamblaje se realizó en Honduras.

Estos vehículos, que se vendieron al IHSS como ambulancias, en realidad eran "busitos" modificados localmente.

No cumplía estándares

El equipo instalado en las ambulancias no cumplía con los estándares requeridos para la atención médica de emergencia, lo que representaba un riesgo para cualquier paciente, según un dictamen de peritos del MP.

A pesar de las evidencias de corrupción y sobrevaloración, el Tribunal Superior de Cuentas no emitió pliegos de responsabilidades penales.

La Fiscalía investigó y acusó a Bertetty por cohecho, negociaciones incompatibles con el ejercicio de sus funciones, fraude y malversación de fondos públicos.

En julio de 2015, Bertetty fue condenado a siete años de prisión por estos delitos, y actualmente cumple su condena en el Primer Batallón de Infantería, ubicado en el Ocotal, Francisco Morazán.

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