El tratamiento del delito de la extorsión con medidas represivas, no funciona dicen expertos consultados por tunota. La suspensión de derechos, así como la saturación de operativos no están dando resultados. La extorsión sigue golpeando a los hondureños.

A diario, empresas del transporte paralizan sus operaciones; temen ser víctimas de las bandas de extorsionadores. La misma situación viven los dueños de negocios y pobladores, pero callan, no confían en las autoridades.

“No se ve el problema de una forma integral o sistémica. Lo están tratando de una forma represiva nada más”, lamenta Kenneth Madrid, asesor legal de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ).

Pese a que hay una cifra alta de capturados, los mismos, ante la falta de investigación salen en libertad. 

“No tienen un plan integral en el que demuestren que tienen una estrategia de trabajo de investigación fuerte para llegar a los autores intelectuales de la extorsión, solo van tras los autores materiales y no investigan.

No hay una investigación fuerte que venga a desbaratar estas estructuras de crimen organizado en el tema de extorsión”, señala Madrid.

Además la falta de investigación, de labores de inteligencia al final, no permite llegar a los cabecillas y es hora, señalan los analistas, que se pase de capturas de tercera categoría a los "toros" de los grupos.

Acciones sin impacto

Pesa también la falta de estadísticas reales. Es otro problema porque las que presenta la Policía no son creíbles, que es lo que no genera un impacto en la ciudadanía, dice Mirna Flores, experta en seguridad y docente universitaria.

“Se sigue con la extorsión, los mismos empresarios y ciudadanos dicen que ese Estado de Excepción, que esas medidas, no tienen sentido porque siguen siendo extorsionados”.

Abordar la extorsión es, para la experta, un  problema complejo. “La Policía ha llegado, pero llega a los de tercera categoría, sólo a los que recogen la extorsión, los que hacen el trabajo menor”.

Por lo tanto critican que esas respuestas no son contundentes, sino espontáneas y que desde hace 10 años han pasado sólo con el cambio de nombres en la fuerza policial y militar que combate el delito, y siguen con la misma receta.

“El problema de la reacción es que baja el delito en donde está la Policía, pero es el delito que más muta porque las víctimas no creen en el sistema de justicia, no creen en la Policía”, apunta.

Joaquín Mejía, abogado especialista en Derechos Humanos coincide en que no hay resultados.

"Realmente no ha habido un impacto positivo en la reducción de este delito. Es necesario que el Gobierno de Honduras haga un alto para reflexionar sobre la necesidad de tener una política de seguridad que tenga una visión integral", señala.

Medidas

Hay puntos claves que deben abordarse y van desde la investigación hasta la prevención.

“Falta esa estrategia de investigación, que inviertan en más investigadores, en análisis criminales, hacer una inversión fuerte de recursos que incluye licencias de software”, plantea Kenneth Madrid.

También la inteligencia es clave. Es un área en la que, según Madrid, debe invertirse y captar informantes en las comunidades para que colaboren y se vuelvan un aliado con el sistema de justicia.

Y finalmente, la prevención, porque la juventud y niñez está descuidada.

“Hay una fila de menores que están siendo trabajados para delinquir y hay que ponerle ojo”, advierte el experto.

Mientras el Gobierno acepte que no puede abordar el delito, seguirán las falencias.

En cuanto al modelo Bukele, Kenneth Madrid dice que tiene cosas buenas y malas, pero que no se puede ser represivo en un 100%. 

“Que el Gobierno busque a los mejores hombres y mujeres para elaborar un plan integral de trabajo, en el país hay mejores estrategas que se pueden sentar con ellos. El Gobierno debe comprender que no pueden hacerlo solos, que tienen que trabajar articuladamente”, apuntó.

El Plan Integral de Combate a la Extorsión lo lanzó la Secretaría de Seguridad el 3 de diciembre del 2022, suspendiendo las garantías constitucionales.

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