Uno de los proyectos más populares dentro de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), creado por el estudiante de periodismo Enersy O’hara, se mantiene activo a pesar de la pandemia, su labor consiste en alimentar, medicar y rescatar caninos de la calle con la intención de brindar una vida nueva a estos indefensos cachorros. 

El sustento para esta idea universitaria fue el apoyo de la población estudiantil, que donaba dinero y productos para ayudar a los cachorritos, llegando a recolectar de 4 mil y 7 mil lempiras diarios. Ante la emergencia sanitaria que vive Honduras, las actividades fueron pausadas, pero Enersy O'hara afirma que no han abandonado a los cachorros de ninguna forma.

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Enersy O'hara encabeza las entregas a los perritos en las calles.

“Cuando recién comenzó la pandemia, los guardias universitarios fueron quienes nos ayudaron a alimentar los primeros meses a los cachorros, con la comida que guardábamos en las bodegas de la UNAH”, expresó O’hara a tunota.com, meses después lograron sacar a los perritos del Campus para brindarles un hogar. “Las personas siempre nos apoyan de alguna manera, no nos dejan de la mano”, agregó.

Solidaridad con los perritos

El parque La Concordia, Barrio Abajo, Los Dolores, Parque Central, Peatonal y el mercado San Isidro son algunos lugares donde se proyecta este equipo de universitarios, pese al riesgo que incurre salir.

Estos estudiantes confirmaron que hacen su labor tres días a la semana, tomando las medidas adecuadas, para seguir protegiendo a los perritos más necesitados.

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Los perritos de la calle recibiendo la comida en época de pandemia.

Las redes sociales de Patitas UNAH se mantienen activas, a disposición de la población hondureña, difundiendo información sobre animales perdidos, recibiendo ayudas y denunciando maltrato animal con pruebas y anonimato si se requiere.  

Según los estudiantes, la existencia de proyectos como este son una esperanza para los peluditos desamparados, por lo que, Patitas UNAH se ha convertido en uno de los proyectos más nobles y mejor aceptados entre la comunidad estudiantil.

El programa social cumple en octubre un año de existencia, deseando permanecer activo por mucho más tiempo, pero eso será posible solo con la participación ciudadana, afirman sus creadores.