Las pequeñas y medianas empresas hondureñas serán las más afectadas con el incremento aplicado a la tarifa por el consumo de energía eléctrica para el primer trimestre de 2022, consideraron el martes (4.1.2022) empresarios y economistas.

"Para la industria, especialmente, eso va a tener un impacto tremendo porque el costo principal de la industria es energía eléctrica que ahorita representa bien el 30 por ciento del costo de fabricación, entonces esto vendría a resultar en un aumento en los costos y consecuentemente un aumento en los precios", dijo el empresario Adolfo Facusse.

Para el sector comercio el incremento tarifario será de 13.21 por ciento y para la industria de un 14 por ciento, según anunció el lunes la Comisión Reguladora de Energía Eléctrica (CREE).

Par el economista Martín Barahona, las empresas no están en capacidad de absorber costos por lo que al final el golpe será para el consumidor.

"Cualquier ajuste o aumento, ya sea generalizado o selectivo a la energía eléctrica, siempre va a tener un efecto negativo. En el caso de los grandes consumidores esto va aumentar los costos de producción y operación, y lógicamente esto será trasladado a los precios", apuntó Barahona.

Cohep considera que las empresas están asfixiadas

Por su parte, el sector privado afirma que las empresas ya están asfixiadas y tienen a la vista nuevas cargas que serán el acabose.

"Es claro que la estructura de costos de las empresas ha venido siendo afectada desde finales del 2021 con el incremento en los costos de los combustibles, insumos y el tipo de cambio que implica devaluación", expuso Santiago Herrera, gerente de Política Económica del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep).

Mientras tanto, Facusse indicó que cuando no hay empleo y suben los salarios y los costos de operación de las empresas, lo que viene son despidos.

"Es una cuestión que por política o por quedar bien va a resultar en que menos gente tiene trabajo y aquí el problema principal no es pagarle más a lo que ya están trabajando ya están ganando un sueldo, el problema es generar empleo y no se va generar empleo si todo va más caro", cerró el empresario.

En cuanto al sector residencial, el sector privado considera que en la práctica no hay tal subsidio a la tarifa de la energía y al final los incrementos se trasladan a la factura de los abonados.

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