A José Julián Suazo, de 60, hijo del expresidente de Honduras, Roberto Suazo Córdova, (1982-1986), hace menos de 40 días le amputaron sus piernas por una complicación con la diabetes, pero, a pesar de la tragedia, no pierde su peculiar buen humor, su espíritu positivo y, además, la pasión por el Motagua.

Ahora, en su casa de habitación, en la ciudad de La Paz, La Paz, (oriente) recibió una de las sorpresas que jamás se esperaba: la copa número 18 del Motagua, que ganó ayer ante el Real España, llegó hasta su cama. La abrazó, la besó y lloró con ella de la emoción.

En punto de las 2:00 de la tarde, Pedro Atala, presidente del Motagua, visitó a la casa de Suazo, pero bien acompañado, pues llevaba el trofeo que le fue esquivo durante tres años.

"Nunca pensé que me traerían la copa, lloré de la emoción porque es la primera vez que tengo una copa tan cerca, por eso la abracé y la besé", recordó.

Además, aseguró que es la primera copa "atípica" que gana el Motagua , pues antes que tenía piernas nunca tuvo una cerca "y ahora sin piernas la tuve en mi cama".

"Estoy emocionado de recibir esa sorpresa muy especial, creo que voy a enmarcar esa foto, es un recuerdo para toda mi vida", mencionó el ingeniero.

Aficionado azul

Suazo es un fanático y seguidor de años del Motagua, que ayer, 29 de mayo conquistó el campeonato Clausura 2022 ante La Maquina (3-2 global) en el estadio Olímpico Metropolitano de San Pedro Sula, Cortés, norte del país.

Motagua llegó al encuentro de vuelta con una ventaja de 3-0, pero Real España logró dos goles en el primer tiempo de este segundo partido, lo que hacía prever que la remontada era posible.

Suazo contó a tunota.com el nerviosismo que vivió en los últimos minutos del partido en San Pedro Sula, pero aseguró que nunca perdió la fe en su amado Ciclón Azul.

"Al momento del partido, no lo voy a negar, estuvimos nerviosos, 'socando' (sufriendo) como se dice popularmente, pero confiábamos que aunque perdiéramos íbamos a traer la copa de San Pedro Sula", mencionó.

Pero estar impedido físicamente no representó un obstáculo para estar pendiente de su amado Motagua, ya que en este proceso doloroso de salud que está atravesando lo mantiene cansado.

"Las bromas que le hacían a mi padre"

De igual manera, Suazo recordó a su padre, y dijo que en La Paz le hacían bromas por hacer "amarres" (conjuros), pues su progenitor también fue famoso por creer ciencias ocultas.

"Pero el 'amarre' se lo hice a Ramiro Roca (jugador del Real España) para que fallara ese penal y a Licona (portero de Motagua) para que lo atajara", mencionó.

Cuando el marcador iba 0-0, Roca perdió un tipo penal al disparar defectuoso ante un Marlon Licona, portero de Motagua.

Cábala

Suazo habló de una cábala y dijo que esta vez si le funcionó. Esta consiste en no ponerse la camisa de "sus amores" el día del juego y colocarse la camiseta de la selección de Brasil para traerle buena suerte a su equipo.

"Últimamente retomé la buena vibra. Cuando juega el Motagua no me pongo una camiseta del equipo, me pongo la camiseta de Brasil; que es mi segunda patria porque me gradué allá", explicó.

"Una algarabía total", así dijo Suazo que fue su reacción al momento del pitido final del partido.

"Los 'estatutos' del Motagua nos piden celebrar por lo menos cuatro meses por las redes sociales, así que me disculpan", dijo entre risas.

"Pensé que solo iban a pasar saludándome", mencionó, pero la gran sorpresa que le tenían preparad superó sus expectativa.

Sorpresa inesperada

La copa 18 del Motagua llegó a casa de Julián Suazo.

"Controló mi salud"

Suazo aseguró que el gane del Motagua le dio fuerzas para seguir luchando, pues"con el gane, el (nivel) azúcar ( en la sangre) bajó de 125 a 111 esta mañana, controló mi salud esta copa".

"Soy el mismo Julián, solo que sin piernas ", mencionó, al tiempo que añadió que mañana le quitan los puntos de una de los muñones y espera estar bien de salud.

"Estaré en silla de ruedas, por unos meses, ya en diciembre voy con la prótesis", finalizó.

El también funcionario de la Secretaría de Agricultura y Ganadería explicó que le amputaron sus dos piernas debido a que tuvo una herida en una de estas que no le sanaba porque sus venas estaban calificadas por el daño que le provocó su adicción al cigarro.

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