Actores de la vida pública de Honduras reaccionaron el viernes (16.10.2020) mediante redes sociales, luego que familiares confirmaran el sensible fallecimiento de sor María Rosa Leggol, de 93 años de edad.

Políticos y deportistas del país dieron sus condolencias a través de redes sociales al legado de sor María Rosa que seguirá latente en el corazón y mente de la población hondureña. 

Uno de los primeros en reaccionar fue el presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, quien a través de Twitter lamentó la triste noticia asegurando “la pandemia nos quita una mujer extraordinaria”. 

Asimismo, la diputada Doris Gutierrez mostró su pesar y tristeza por el desaparecimiento físico de una mujer hondureña que luchó por los más necesitados en el país. 

También, el exseleccionado mundialista hondureño, Héctor "Pecho de Águila" Zelaya, reconoció el arduo trabajo de la religiosa con la niñez hondureña. 

En ese sentido, el empresario y presidente de Motagua, Eduardo Atala, escribió: “Todos los Hondureños tenemos un ángel especial en el cielo Cara llorando el @MOTAGUAcom  la va extrañar siempre. Que alegría que ya está en la casa del señor”.

Asimismo, el secretario general del Partido Nacional, Mario Pineda, escribió en Twitter: "sentimos mucho esta irreparable pérdida, resignación cristiana a sus familiares y amigos", junto a una fotografía de la religiosa.

La Policía Nacional también lamentó la muerte de Laggol con un emotivo mensaje.

También, el nacionalista Kilvett Berltran alabó con sus palabras el legado de la religiosa en Twitter:

Por su parte, la diputada Waleska Zelaya, escribió: "Hoy Honduras llora su partida y el padre celestial la espera con sus brazos abiertos".

Sor María Rosa fundó la Sociedad Amigos de los Niños, dándole protección a niños desamparados cuyas madres estaban en la cárcel y dedicó su vida para mejorar las condiciones de vida de los más necesitados. 

Sin duda, la pérdida de la valiosa hondureña duele en el corazón del pueblo hondureño, según los comentarios en redes sociales, por el gran corazón y sensibilidad humana de Laggol. 

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