El padre de la doctora en química y farmacia, Ingrid Jiménez, quien fue acribillada a balazos la tarde de este martes en Catacamas, Olancho, al oriente de Honduras, aseguró que por los altos índices de delincuencia ya no se puede vivir en el país.
"Es terrible la delincuencia, aquí ya no se puede vivir. En noviembre de 2021 mataron a mi hijo en el yonker de él; y ahora a mi hija que andaba almorzando donde su mamá", relató entre lágrimas el progenitor de Jiménez.