Castro afirmó que esta alianza evidencia que en el PSH priman "sus intereses personales" sobre la lucha contra la corrupción, durante una declaración este jueves desde San Manuel, Cortés.

"Hoy, aquellos que antes decían que una cosa era buena, ahora dicen que es mala. Un ejemplo es el PSH, que se ha enarbolado en la lucha contra la corrupción. ¿Y hoy, de qué lado está?", soltó la mandataria.

La presidenta también hizo un llamado a la coherencia a los políticos.

El conflicto entre el partido de Castro, Libertad y Refundación (Libre), y el PSH ha sido evidente desde su coalición opositora en las elecciones generales de 2021. A pesar de lograr la presidencia con más de 1.7 millones de votos, tensiones internas han surgido, especialmente relacionadas con asignaciones de cargos en el Gobierno.

Castro se unió en la fórmula presidencial con Salvador Nasralla, del PSH, quien asumió el rol de primer designado presidencial.

Sin embargo, las quejas de Nasralla sobre la falta de participación en decisiones gubernamentales y la renuncia de Pedro Barquero, miembro clave del PSH, han exacerbado las tensiones entre ambos partidos.

El distanciamiento también se ha reflejado en el Congreso Nacional, donde inicialmente el PSH acuerpó acciones controvertidas, como la elección de Luis Redondo, del PSH, como presidente del Congreso (legitimidad aún en discusión), y la aprobación del decreto 04-2022, que amnistió a exfuncionarios procesados por corrupción, como el exsecretario de la Presidencia, Enrique Flores Lanza, y el exgerente de la Empresa Hondureña de Telecomunicaciones (Hondutel), Marcelo Chimirri.

Además, el presidente del Congreso Nacional, Luis Redondo, destituyó el pasado 4 de mayo a siete diputados del PSH que ocupaban presidencias y vicepresidencias en comisiones legislativas, generando mayor fricción entre ambos partidos. El PSH acusa a Redondo de alinearse absolutamente a Libre.

Además, a nivel institucional, el PSH consolidó el Bloque de Oposición Ciudadana (BOC) junto al Partido Nacional el pasado 16 de agosto, evidenciando un cambio de alianzas en dicho partido

Corrupción

La reputación del Partido Nacional es frágil ante la situación judicial de expresidentes hondureños, como Juan Orlando Hernández (2014-2022) y Porfirio Lobo Sosa (2010-2014), de ese partido político.

Hernández enfrenta un proceso judicial en Estados Unidos por tres delitos de tráfico de drogas.

Adicionalmente, Lobo Sosa (2010-2014) se encuentra procesado judicialmente por acusaciones de delitos de fraude presentadas por el Ministerio Público.

Otros exsecretarios de Estado de los últimos dos gobiernos del Partido Nacional, como los extitulares de Finanzas, Rocío Tábora y Wilfredo Cerrato, las exsecretarias de Salud, Yolani Batres y Alba Consuelo Flores, y el exsecretario de Energía, Roberto Ordóñez, también están acusados de delitos contra la administración pública.

Además, según el Ministerio Público, hay líneas de investigación activas contra el exsecretario de la Presidencia, Ebal Díaz, considerado uno de los hombres de confianza más cercanos del expresidente Juan Orlando Hernández.

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