La determinación de Castro derivó de la matanza en la Penitenciaría Nacional Femenina de Adaptación Social (PNFAS), que el martes dejó a al menos 46 mujeres muertes a consecuencia de un presunto ataque de la pandilla Barrio 18 a un módulo ocupado, en su mayoría, por integrantes de la Mara Salvatrucha.
A partir del 1 de julio, según la orden que giró la mandataria hondureña a la Junta de Comandantes de las Fuerzas Armadas, todas las cárceles hondureñas pasarán a estar bajo el control de la Policía Militar.