Según expertos en economía, cuando se hacen compras por impulso y sin control de las emociones, se puede hablar de compradores compulsivos.

También, la mayoría utilizan la compra para enfrentar situaciones insatisfactorias, bien sea con su entorno o con ellos mismos.

No son la mejor conducta del ser humano, porque afectan el presupuesto personal o familiar, dijo el economista Obed García: “Somos muy influenciables por las emociones. El ser humano como agente económico se deja llevar por el impulso de adquirir algún bien que le genere una utilidad en el muy corto Plazo. Sin embargo, esta practica tiene una connotación bien negativa en el presupuesto de cada uno, de
tal forma que estos gastos impulsivos se convierten en pequeños gastos periódicos que absorben la mayor parte del presupuesto”.

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Compras impulsivas se hacen gastos principales

Dijo que las compras impulsivas también suelen llamarse “gasto sondas” porque no parecen ser tan negros cuando se ven, pero permanecen allí y nadie los considera y al final se convierten los principales gastos.

Además, los gastos impulsivos son elementos que no generan un beneficio a largo plazo: “Una compra impulsiva solo genera un bienestar a muy corto plazo. Por lo tanto, el beneficio personal que dan es muy bajo”.

¿Cómo dejar de comprar por impulso? Según el economista, sí se puede dejar de hacer comprar impulsivas siguiendo estos consejos:

Explicó: “Hay que tener en principio ese auto componente de evaluar si el beneficio que tendría por comprar ese bien o ese servicio en ese momento compensa el gasto que va a tener y el costo de oportunidad que eso supone respecto del gasto, porque ese tema es de evaluar. Compro este objeto o mejor me compro otro y cómo eso incide en su bienestar general y como aporta en el largo plazo”.

Se necesita conciencia

También se necesita algo de conciencia en cuanto a capacidad futura para generar ingresos; es decir, ¿puedo comprar con el salario que me pagaron hoy?; pero, ¿tengo asegurado el salario del otro mes como para hacer este gasto impulsivo e irresponsable?.

Agregó que la educación financiera debe ser parte del ser humano. “Al final, controlar esos gastos impulsivos son decisiones muy difíciles y uno no tiene esa conciencia financiera para saber los verdaderos costos que hay detrás de esa compra impulsiva más allá del precio del bien o servicio”.

De acuerdo al economista, no solo las mujeres suelen hacer compras impulsivas. “Se ha demostrado que no es algo suscrito al género. Economistas importantes han hecho estudios que dicen que tanto el hombre como la mujer hoy hacen compras impulsivas.
Van al 50/50”.

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