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En diciembre de 2019, el exdiputado del Partido Nacional de Honduras, Arnaldo Aviléz, afirmó que a partir del 2020 Honduras comenzaría a producir dos millones de galones de combustibles diariamente.
Lo anterior se traduciría en una producción diaria de 52 mil barriles, situación que hubiese beneficiado al consumidor debido a que los precios hubiesen bajado y el Estado hubiese transferido al consumidor.
En 2019, la importación de combustibles rondaba los 22 millones de barriles por año; 10 millones fueron usados para comercializar en gasolineras del país y el resto se utilizó para generar energía y para industrias.
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Un proyecto fantasma
Pero a ocho meses del 2020, todavía no hay nada establecido y el proyecto sigue sin recibir su luz verde. Ante tales declaraciones, tunota.com decidió corroborar la veracidad de lo antes mencionado y contactó a directora de la Asociación Hondureña de Distribuidores de Productores del Petróleo (Ahdippe), Sarahí Silva.
"Lo que nosotros tenemos conocimientos es que había una empresa que iba a desarrollar el proyecto que iba a ser ejecutado y de hecho ya había un lugar establecido para hacer las declaraciones", reveló.
Asimismo, Silva indicó que se reunieron con el político para conocer de lo que se trataba pero no llegó a más. "La idea era producir, exportar y ayudar con las necesidades petroleras del país", dijo.
A criterio de la fémina, años atrás se realizó un estudio para que se creara una terminal que fuese del Estado debido a que los demás países de Centro América tienen una.
"Las terminales que hay (en Honduras) son privadas y son ellas las que importan. Ellas reciben los embarques que vienen de exterior y se encargan del suministro interno", explicó.
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Un negocio comandado
Sarahí expuso que lo que se hace en Honduras es "importar y distribuir" a empresas y estaciones de servicio, por medio de distribuidores, donde los hondureños pagan por su gasolina.
De momento, hay tres empresas que se encargan de estas acciones y la falta de una ley provoca un mercado cerrado donde no es posible romper los contratos puesto que la responsabilidad recae sobre las compañías que importan y distribuyen.
Impuestos y mercados
A nivel de la región, El Salvador, Guatemala y Nicaragua poseen un mercado libre en donde cada estación o casa gasolinera decide establecer distintos precios para los consumidores, pero en Honduras eso no pasa.
"Si yo tomara la decisión de aperturar un mercado serían las compañías petroleras las que establecerían los precios mientras no haya una terminal o terminales abiertas", acotó.
Por tal razón, la Ahdippe ha impulsado la ley de comercialización de combustibles que tiene cinco años a lo interno del congreso. "Si usted mira los precios de CA y le quita los impuestos, son similares. Pero en Honduras, el 42 por ciento de un galón de combustible es de los impuestos", afirmó.
El impuesto del combustible es el tercero más importante del país y donde no tiene ningún costa la recaudación puesto que cuando ingresan los barcos, las compañías petroleras cobran los impuestos de manera anticipada a los gasolineros.
Importación anual de Honduras
Anualmente el país importa 22 millones de barriles de productos derivados del petroleo pero este año se ha reducido el consumo debido a la pandemia.
En marzo y abril el impacto fue tan fuerte que solo se vendió un 25 por ciento del producto pero luego de las suspensiones de algunas medidas del confinamiento la cifra ascendió entre 50 y 55 por ciento.
"Con la pandemia baja el consumo, lo cual es beneficioso puesto que la factura puede bajar un 25 por ciento (cerca de 300 millones de dólares) y el consumidor, al no salir, no gasta combustible", sentenció.
En algunos productos relacionados a la subida y bajada de precios hay un colchón de 25 lempiras en lo que va del año.
