Los partidos políticos de Honduras tienen 60 días para ponerse de acuerdo a partir del domingo 10 de noviembre, para poner en vigencia la reforma electoral.

Hasta ahora lo único que se consensuó, es que uno para inscribir un nuevo partido se necesita reunir el dos por ciento de las firmas de respaldo a su solicitud.

Y que con ello, ese dos por ciento sea un aval para mantenerse vigente en el ruedo político o seguir con vida en procesos electorales.

Esta normativa también aplicará para partidos emergente que ya estén inscritos como Unificación Democrática (UD) y Va Moviento Solidario (Vamos).

Incluso, el mismo Innovación y Unidad Social Demócrata (Pinu-SD) puede abarcarse por esta nueva regulación.

La disposición emana de la llamada Comisión Especial Multipartidaria que trabaja en la ley que dará forma al Consejo Nacional Electoral (CNE).

Lo que podría pasar

Esto tiene dos interpretaciones, que los partidos emergente desaparezcan en su totalidad o bien que se ocupen de ser verdaderos entes políticos y no solo receptores de la cuota política en cada elección.

En Honduras existen dos partidos políticos tradicionales, el oficialista Partido Nacional, el antagónico y lóngevo Partido Liberal.

También está el socialista Partido Libertad y Refundación (Libre), una facción que nació del liberalismo tras el derrocamiento de Manuel Zelaya en 2009.

En tanto, en la última elección (2017) además participaron los partidos UD, Democracia Cristiana y Alianza Patriótica.

Así como el Frente Amplio (Faper), Anticorrupción (Pac) y el Pinu-SD junto al Movimiento Salvador Nasrall en alianza con Libre.

Esta situación estaría provocando que estos partidos minoritarios con un nulo representativo en el Ejecutivo y sus ministerios; y un máximo del 1.3 por ciento de representación en las 298 alcaldías y las 128 diputaciones; busquen una alianza para encarar la elección del año 2021.

En ese sentido, quedan 60 días para darle vida a la reforma electoral.

Además: ¿Cómo es la alianza que buscan los partidos emergentes?