A las puertas de un nuevo proceso electoral, en Honduras continúa imperando la violencia política, que usualmente suele ser asociada a la represión violenta pero que, además de ello, ocurre en diversas formas.

Ejercicio autoritario del poder político, violación al derecho ciudadano de manifestarse, amenazas, intimidaciones, golpes de estados y nepotismo, entre otras, forman parte de la ecuación.

Un informe del Instituto Universitario de Democracia, Paz y Seguridad (Iudpas), "Violencia Política Electoral: Elecciones 2021", precisa que entre diciembre de 2020 y febrero de 2021, un mes antes de las elecciones primarias 2021, se reportaron 12 sucesos relacionados a violencia política.

De forma alarmante, se puede apreciar que, de las 12 denuncias, cuatro implican homicidios. Mientras que hubo cinco amenazas de muerte, dos atentado y un rapto.

Recientemente, el 26 de julio, fue asesinada en su residencia en Tegucigalpa, capital de Honduras, la candidata a diputada por el Partido Liberal de Honduras (PLH), Carolina Echeverría Haylock, en un atentado en el que también resultó herido su esposo Andrés Urtecho, un exdirector de la Policía hondureña.

La prevención es clave

En declaraciones a tunota.com, Joaquín Mejía Rivera, doctor en derechos humanos, explicó que, pese a la violencia física o verbal, también debe prestarse atención a otras condiciones que forman parte del contexto electoral.

"Para que las elecciones generales sean auténticas, no debe de existir un ambiente de temor en la contienda, ni obstáculos legales o fácticos en el desarrollo de las campañas", expresó.

Por su parte, el presidente del Comité de Derechos Humanos en Honduras (Codeh), Hugo Maldonado, hizo énfasis en la importancia que tienen los líderes políticos en la prevención de la violencia política.

"Urge la participación de los candidatos (…) Ellos deben de ser los primeros en decir 'no a la confrontación' y que, de esa forma, cese esa polarización a la que ha sido sometida nuestra sociedad", declaró a tunota.com.

La discriminación en el contexto electoral

Según el criterio de Mejía Rivera, la discriminación es comprendida en dos vías. Por un lado, se da cuando personas son tratadas con desprecio y cuando sus derechos no son abordados de la misma forma que los del resto.

Por otra parte, también existe la discriminación basada en condiciones históricas que colocan a ciertos grupos de personas en desventaja.

"Es necesario preguntarnos cuántas personas negras, cuántas personas de la comunidad LGBTI, cuántas mujeres son elegidas para cargos políticos", precisó.

La comunidad LGBTI es uno de los grupos que mayor violencia política sufren en Honduras. Foto: Orlando Sierra / Agence France-Presse / Archivo

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En este sentido, un informe del Instituto Holandés para la Democracia Multipartidaria (NIMD), "Proceso electoral primario Honduras 2021: Análisis de participación política de las mujeres", explica que durante las elecciones primarias 2021 hubo una diferencia significativa entre las mujeres seleccionadas, frente a los hombres, para aspirar a diputaciones y alcaldías.

Un panorama obscuro

Respecto a lo que aconteció el 21 de agosto, cuando el Consejo Nacional Electoral (CNE) se dispuso a sortear la posición de los aspirantes políticos en las papeletas electorales, en un inconcluso evento que terminó con riñas entre candidatos, simpatizantes y medios de comunicación, Mejía Rivera indicó que "es lamentable que algo tan sencillo como un sorteo de posiciones haya derivado en ese tipo de violencia física y verbal".

A lo que añadió: "eso nos indica un fracaso y nos adelanta un posible panorama de lo que ocurrirá en las elecciones generales".

Honduras podría estar a las puertas de episodios similares a los que se vivieron en las elecciones generales 2017, según Mejía Rivera. "La impunidad genera la repetición crónica de la violación de derechos humanos".

De acuerdo a cifras oficiales, recabadas por el Iudpas, en 2017 ocurrieron en Honduras 38 homicidios poselectorales. De ellos, la mayoría fueron perpetrados con armas de fuego.

"El Ministerio Público corrió a presentar acusaciones criminales contra personas que protestaron. Hubo, además, muy poca inculpación contra agentes policiales o militares", recordó Mejía Rivera.

De hecho, el informe del Alto Comisionado de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, "Responsabilidad por las violaciones a los derechos humanos cometidas en el contexto de las elecciones de 2017 en Honduras: Avances y desafíos", señala que la impunidad y la falta de investigación exhaustiva fueron un obstáculo en aquel entonces.

"Por lo tanto, desde mi punto de vista, no existen las condiciones para que este proceso electoral se pueda realizar en condiciones de paz y seguridad", acotó.

Poca libertad de expresión y de prensa

En tanto, Maldonado aseguró que tanto la libertad de expresión como la de prensa se tambalean en Honduras. "La violación de ellas hace que exista confrontación y que, por ende, se ponga en riesgo nuestra democracia".

Además, explicó que "la prensa debe de ser respetada, no manipulada. Es un órgano intermediario entre los partidos políticos y los ciudadanos. Sin embargo, la polarización ha hecho que en los últimos años se vea afectada".

En los últimos 20 años, cerca de 90 periodistas y comunicadores han sido asesinados en Honduras.

De ellos, más del 90 por ciento de los casos permanecen impunes, según cifras del Colegio de Periodistas de Honduras (CPH) y de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).

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