La virtual candidata presidencial por el partido Libertad y Refundación (Libre), Xiomara Castro de Zelaya, ha sido más que una compañera de vida del expresidente Manuel Zelaya (2006-2009), pasó de ser una fiel escudera de su marido a la figura política femenina más poderosa del país.
Los resultados parciales de las elecciones primarias de este 14 de marzo, emitidos por el Consejo Nacional Electoral, le dan una insuperable ventaja frente a sus contendores que la posicionan como aspirante presidencial Libre en las votaciones generales del 28 de noviembre.
Hasta anoche (19.03.2021), Castro acumulaba unos 143,318 mil votos, muy lejos del segundo precandidato, Nelson Ávila, de la corriente 5 de julio,que sumaba 21,846.
Estos datos son producto de la revisión de 2,324 actas de las 7,960.
Iris Xiomara Castro Sarmiento nació en Tegucigalpa el 30 de septiembre de 1959, es hija producto del matrimonio entre Irene Castro Reyes y Olga Doris Sarmiento Montoya.
Sus estudios de Primaria y Secundaria los hizo en los institutos San José del Carmen y María Auxiliadora, respectivamente, en la capital.
Cuenta con una licenciatura en Administración de Empresas, aunque no se conoce que haya ejercido su profesión.
En 1979, con 20 años, contrajo matrimonio con Manuel Zelaya, un terrateniente Olanchano del Partido Liberal, expresidente de la República a quien en 2009 se le dio un golpe de Estado para impedir que llevara a cabo el proyecto de la Cuarta Urna que la Corte Suprema de Justicia había declarado inconstitucional.
Se trasladó a vivir a Catacamas, Olancho, con su esposo y de esa unión nacieron Zoe, Héctor Manuel, Hortensia Xiomara y José Manuel Zelaya Castro, todos con algún grado de vinculación con Libre.
Según el sitio web de Libre, Xiomara Castro ayudó a Mel Zelaya en las inversiones agrícolas de este en Olancho, “principalmente en cuanto a la ganadería, madera y cultivos, llegando a conformar así lo que ella denominaría como proyecto de vida de su familia, en los desarrolló una fuerte actividad gerencial y administrativa”.
Se dedicó de lleno a su hogar, a criar a sus vástagos, pero eso no le impidió hacer pininos en el Partido Liberal e involucrarse en actividades sociales en la Asociación de Esposas de Miembros del Rotary Club de Catacamas y fundadora del Centro de Cuidado Diurno para Niños.
Cuando Manuel Zelaya se postuló a la Presidencia de la República en las elecciones de 2005 que lo llevaron al poder de la nación, Xiomara contribuyó a dicho proyecto político en la estructuración del movimiento.
Pero su perfil seguía siendo bajo, al menos ante la sociedad, situación que cambió cuando en 2006 Manuel Zelaya asume la primera magistratura del país, ahí comenzó un torbellino político que no deja de girar y en cuyos aires ella ha estado inmersa.
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Como Primera Dama, Castro impulsó algunos proyectos como los Comedores Solidarios, que consistió en darles un capital semilla para que emprendieran el negocio de venta de alimentos a precios módicos.
Su paso por ese despacho no estuvo exento de polémica, pues según un informe del Tribunal Superior de Cuentas de 2010, el despacho que dirigió durante tres años y medio erogó unos 5 millones en gastos sin soporte.
Xiomara y la izquierda
Manuel Zelaya, a mediados de su mandato, da un giro a la izquierda auspiciado por proyectos energéticos para el país del mandatario venezolano, Hugo Chávez, pese a nunca haber profesado esa ideología, algo que termina defiendo el futuro político de Xiomara Castro.
Bajo el influjo chavistas, Zelaya lanzó el proyecto de la Cuarta Urna como mecanismo de consulta para reformar la Constitución, a pesar que existía un fallo del Poder Judicial que se lo prohibía, porque no era un método válido de consulta, de acuerdo a la legislación.
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Las Fuerzas Armadas de Honduras dieron un golpe de Estado contra Zelaya el 29 de junio de 2009 y lo expulsaron a Costa Rica, en donde estuvo unos meses y luego se exilió en República Dominicana.
En tiempos de exilio el matrimonio Zelaya-Castro analizaba las formas de que el exgobernante regresara a Honduras, pero también germinaban en sus mentes la creación de un proyecto político de corte izquierdistas del que el exgobernante sería el poder real, aunque su esposa sería quien se postularía a la Presidencia.
Durante la ausencia de Zelaya, Xiomara Castro se convirtió en una de las imágenes que más defendió a su esposo, lo que generó réditos políticos posteriormente.
Posteriormente, en junio de 2010, Zelaya regresa a Honduras y se refugia en la embajada de Brasil en Honduras, en la capital para no ser capturado y, finalmente, tras el Acuerdo de Reconciliación Nacional, logra que los delitos que le imputaban por violentar la Constitución queden amnistiados.
En 2010, se crea el partido Libertad y Refundación y Xiomara Castro se postula a la Presidencial en las elecciones generales de 2013, ya que Manuel Zelaya decide no participar porque alega que la reelección es inconstitucional, pese a que un fallo de la Corte Suprema declara inaplicables los artículos de la Carta Magna que lo prohibían.
Xiomara Castro logró 896 mil votos en esos comicios, pero perdió las votaciones frente al nacionalista Juan Orlando Hernández; sin embargo, esas elecciones posicionaron a Libre como la segunda fuerza política del país y a ella como la política más poderosa de Honduras.
Castro alegó haber sido víctima de fraude, pero eso no la detuvo para lanzar una segunda candidatura para las votaciones generales de 2017.
En esos comicios, Castro conformó la Alianza Opositora contra la Dictadura junto al Partido Innovación y Unidad y Salvador Nasralla, quien en ese momento presidía el Partido Anticorrupción.
Xiomara, entonces, decidió ceder su candidatura presidencial en favor de Nasralla, algo de lo que después se arrepentiría.
La Alianza perdió de nuevo ante Juan Orlando Hernández en unas elecciones empañadas por fallos en el sistema de transmisión de resultados, pues los primeros datos indicaban una tendencia a favor de Nasralla y, posterior a interrupciones en el flujo de datos del Consejo Nacional Electoral, la tendencia cambio en favor del ahora gobernante y se volvió irreversible.
Estas elecciones dejaron serias heridas entre Xiomara Castro y Salvador Nasralla, pues este abandonó la lucha por reclamar la Presidencial al alegar Estados Unidos jamás reconocería a un candidato que tuvieran relación con Libre.