Las calles de San Pedro Sula están lejos de aquel vaivén de personas que día a día hacen honor al mote de "ciudad industrial" y mueven la pujante economía de la zona norte del país.

Hoy, los sampedranos están obligados a quedarse en casa para evitar la expansión del coronavirus o covid-19 donde el departamento de Cortés es el foco de infección del país (1,211 casos) del total de 1,685 casos en Honduras.

El Ministerio de Seguridad extendió el toque de queda absoluto en el departamento de Cortés, y los municipios de Las Vegas, Santa Bárbara; y El Progreso, Yoro; hasta el 10 de mayo.

La famosa tercera avenida de San Pedro Sula luce desolada, muy diferente a los días en los que la actividad económica en la ciudad está en auge, que es una autopista con vehículos circulando todo el día.

Pocas personas se pueden ver en las calles sampedranas, la famosa catedral y parque central, donde es costumbre ver los mares de personas transitar todo el día, mayormente comerciantes o personas haciendo diligencias.

"La situación está complicada, no hay afluencia de personas y eso nos hace difícil a nosotros porque trabajamos al día. Esperamos que esta situación pronto llegue a la normalidad", dijo David Redondo, conductor de Taxi VIP.

Los sampedranos solo tuvieron unos días donde podían salir a hacer sus compras fundamentales y abastecerse, sin embargo, ante acelerado brote de covid-19 decidieron hacer absolutas las medidas de circulación.

San Pedro Sula es una de las principales ciudades de Honduras en cuanto al empuje económico del país. El alcalde Armando Calidonio había hecho, desde el inicio de la pandemia de coronavirus, la petición del cierre de la ciudad.

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