El personal de salud en San Pedro Sula, Cortés, al norte de Honduras, protestó el miércoles (03.11.2021) exigiendo apertura de plazas de trabajo y que no los despidan.

Con antorchas en mano y carteles con las leyendas: “héroes ayer, despedidos hoy”, “no más despidos” y “lucho hoy para que vivamos mañana” marchó pacíficamente por la Avenida Circunvalación de San Pedro Sula el grupo de trabajadores de primera línea contra el covid-19.

El médico William Miranda, denunció en el noticiero Hoy Mismo de TSi, que al menos 250 trabajadores de la salud contratados con fondos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) se quedarían sin su empleo a partir del próximo (15.11.2021).

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“Tenemos conocimiento que el personal de primera línea del hospital Leonardo Martínez Valenzuela por contrato y con fondos del BID, a partir del 15 de noviembre ellos ya no tendrían trabajo para la institución”, dijo Miranda.

Entre los afectados por la finalización de contratos están médicos, enfermeras y personal de apoyo de dicho centro asistencial.

Asimismo, Miranda indicó que entre las principales exigencias del personal de primera línea está la habilitación por decreto de plazas de trabajo.

Además, que los empleados por contrato con fondos del BID puedan ser absorbidos por la Secretaría de Salud (Sesal). “Al final la Sesal es la que paga con fondos del BID”, aseguró Miranda.

Baja incidencia de casos covid-19

Médicos, enfermeras y personal de apoyo de centros asistenciales de San Pedro Sula, Cortés, protestando por plazas. Foto: Cortesía de Yeison Maldonado.

El galeno señaló que dicha determinación tomada por las autoridades de Salud de no continuar con los servicios de dicho personal de primera se puede deber a la baja incidencia de casos de covid-19 en el país.

En ese sentido, Mirando aseguró que eso en parte es bueno para la nación, porque en el último año y medio la población hondureña ha sufrido con la pandemia.

Sin embargo, resaltó que, los trabajadores que han estado enfrente de la batalla contra el mortal virus no pueden ser los sacrificados.

“Nosotros no solo hemos perdido pacientes, también familiares, amigos y colegas. Esas son pérdidas irreparables que no podemos seguir tolerando más”, puntualizó.