Este es el caso del barrio La Hoya, ubicado en el centro histórico de la capital de Honduras, donde la AMDC llevó a cabo allí el segundo proyecto "Dándole color a la capital", tras decorar previamente el concurrido barrio Morazán.
En las imágenes compartidas por la AMDC, se puede observar cómo el paso del tiempo carcomió la pintura de algunas estructuras, las cuales están cerca del río Chiquito, que alimenta al río Grande o Choluteca.
Uno de los edificios destacados en las imágenes es una estructura de dos plantas construida con piedras talladas. Esta edificación, que solía tener una antigua pintura azul, ahora exhibe una vista mejorada con un radiante color amarillo y blanco.
Este cambio resulta atractivo para quienes transitan diariamente por el concurrido barrio La Hoya.

Además, las casas contiguas a este edificio también lucen modernas, con una variedad de colores pasteles como verde, azul, amarillo, rosa y morado lila, tras recibir una nueva capa de pintura.
Estos pequeños edificios por años funcionaron también como despachos de abogados, dado que en ese barrio estaba la antigua Penitenciaría Central (PC). Ahora operan barberías o sastrerías.
Barrio La Hoya
Estas viviendas están ubicadas justo enfrente de una estación de buses habilitada en las ruinas de la antigua PC, un recinto carcelario que construido de adobes que fue derribado por el Huracán Mitch en octubre de 1998.

La AMDC ha anunciado que seguirá adelante con el proyecto "Dándole color a la capital".
El primer proyecto consistió en pintar las casas en la calle Sin Sol del barrio Morazán, el cual ha sido bautizado como el Santorini de Honduras.
Las viviendas de esta histórica calle están decoradas con azul y blanco, los mismos colores que adornan gran parte de las casas en la isla de Santorini, en Grecia. Estos colores se han convertido en el principal atractivo turístico de esa ciudad.
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