Una caravana de migrantes, con casi dos mil indocumentados, cruzaron en las últimas horas la frontera en la localidad de Yuma, Arizona y se entregaron a las autoridades migratorias estadounidenses con la esperanza de pedir asilo. 

Tras varios días de una travesía agotadora, por países como Guatemala y México, los migrantes compartieron su testimonio con mucha alegría, ante las cámaras de Univisión.

"Feliz, llegamos, mami. Y gracias a Dios que estamos aquí en territorio americano", dijo uno de los indocumentados, cuyo nombre y nacionalidad no fue identificada, al ser entrevistado.

La Patrulla Fronteriza ,además, reportó esa misma noche la detención de al menos 1,800 personas de los casi cinco mil que emprendieron en un inicio el viaje. Los reportes del medio antes mencionado explican que en cuestión de horas muchos fueron llevados a centros de detención.

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Una pareja de adultos mayores que también se sumó a la nueva caravana de migrantes se tardó casi dos horas en caminar una milla (1.60 kilómetros) para hacer el cruce de frontera con el fin ver a sus hijos del otro lado.

"No podíamos subir solos, por allí estaba más bajito, ¿estas son las oficinas ya?", consultaron al ver los espigados barrotes del muro. Y agregaron: "De milagro hemos llegado aquí, porque ella tiene problemas del corazón".

El sueño americano representa una pesadilla para miles de migrantes que viven a diario un drama humano por buscar una vida mejor, que sus países de origen no les ofrecen, por diferentes razones.

Cientos de migrantes de distintos países cruzan este punto fronterizo para continuar con su ruta hacia Estados Unidos; solicitando, de esta manera, el respeto a sus derechos y un buen trato humano.

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