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El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, propuso el miércoles 6 de mayo que pretende pintar de color negro los barrotes de metal del muro en la frontera, entre su nación y México, para que los migrantes se quemen las manos cuando intenten escalarlo.
Según The Washington Post, esta idea elevaría los costos del muro en 500 millones de dólares más, luego de conocer las estimaciones realizadas por los funcionarios para esa contratación.
Trump, desea que, como los barrotes son elaborados de acero y tienen una vida útil de 30 años, al ser sometidos a la luz solar tendrán una temperatura muy alta y el color los haría más amenazante para los inmigrantes.
La idea la planteó en abril
El diario estadounidense explicó que el mandatario norteamericano insistió en esa propuesta en una reunión celebrada el mes de abril donde solicitó a su yerno y a su asesor a que estimaran los costos del trabajo de pintura.
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Asimismo, la información indica que ese planteamiento ha estado en suspenso en los últimos años y fue desechada, por considerarse innecesaria, por comandantes militares y funcionarios de la frontera.
Los trabajos de pintado de pintura acrílica en dos capas costarían 500 millones de dólares pero se elevaría hasta 3 mil millones de dólares por la aplicación de un recubrimiento termoplástico.
Si se pinta, se retrasan los avances
No obstante, los encargados del proyecto creen que la pintura podría retrasar el proceso de construcción puesto que tendrán que regresar a las secciones que ya han sido colocadas y donde existen barras de color naranja.
La información del diario destaca que según un grupo de ingenieros, es más económico continuar con la pintura que ya tienen los barrotes previamente instalados.
