Luego de conocer que el nuevo inquilino de la Casa Blanca es el demócrata Joe Biden, migrantes indocumentados guardan más esperanzas de una posible legalización en Estados Unidos.

Un rosario de promesas hechas durante su campaña, basadas en una reforma migratoria justa y un alto a la criminalización, hace que los indocumentados del triángulo norte, especialmente, echen un suspiro de alivio.

Entre ellas figuran invertir los esfuerzos para poner fin al programa DACA; poner fin a la declaración nacional de emergencia que permite la financiación de muros fronterizos; acabar con las políticas de separación de familias y priorizar la reunificación de las separadas, e implementar protocolos de protección al migrante.

También, aumentar el límite de refugiados de 18 mil a 125 mil y proporcionar apoyo a los migrantes que han presentado solicitudes de asilo; restaurar el proceso de
naturalización de los titulares de tarjetas verdes; reducir el número de procesamientos en la frontera por violaciones menores de inmigración, y deshacer regulaciones
que hacen más difícil para los centroamericanos lograr asilo en los Estados Unidos.

El presidente electo de Estados Unidos Joe Biden.

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Efecto migratorio

Según analistas y sociólogos hondureños, al haber tanta promesa por parte del presidente electo a favor de los migrantes, es posible que en Honduras se levante
una ola migratoria.

El abogado y excanciller de Honduras, Guillermo Pérez Cadalso, advirtió: “No hay que caer en el espejismo. Si bien es cierto, él ha prometido que no habrá abuso de
los derechos humanos y que el asilo podría ser otorgado en suelo estadounidense, revirtiendo las políticas del presidente Donald Trump, también ha dicho que todo deber ser de acuerdo a la ley y que no es a lo masivo y desorganizado. Hay que esperar, porque no significa que va a haber paso libre a territorio americano”.

Aseguró que de inicio, con esas promesas se podría creer que habrá un paso indiscriminado para la migración. “La verdad es que controles siempre van a haber, porque hay que señalar que la migración, así como Estados Unidos siempre ha defendido que es un país de leyes. No se le puede dar entrada a todo el que llega, ya que ellos también tienen problemas como país”.

Hay que atacar la raíz

Cadalso considera que ahora Centroamérica debe jugar un gran papel enlazado a la
política migratoria de Biden. “El gobierno y la plataforma de Biden ha dicho que el problema de la migración irregular debe atacarse en su origen; es decir, se debe buscar que las personas se queden en su país con las oportunidades de empleo y seguridad”.

Cabe recordar que Biden a su vez anunció que está dispuesto de invertir cientos de millones de dólares para el triángulo norte para atacar la raíz de los problemas y crear
la infraestructura social para que las personas no emigren.

De su lado, el sociólogo Rolando Sierra dijo que Honduras ahora tendrá que negociar un cambio en el sistema migratorio. “Significa que esta migración no siga siendo irregular, sino ordenada y legal”.

Se espera que Biden y su gobierno pongan en marcha otros proyectos a beneficio de los indocumentados. “De una u otra manera sabemos que desde el 2001 hay una relación muy fuerte en el tema de migración y que ha venido aumentando las políticas de control migratorio. No obstante, la diferencia es que el gobierno demócrata no va a cancelar los TPS o los otros programas, y que sí puede generar otro tipo de apoyo a los migrantes que están allá”, concluyó Sierra.

La mala situación que lleva atravesando la economía en Centroamérica desde hace años obliga la movilización de personas hacia Estados Unidos.

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