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Un grupo de inmigrantes que están recluidos en una cárcel de Bristol, en Massachusetts, fueron rociados con gas pimienta, por guardias de seguridad, luego de presentarse un violento altercado generado por el desconcierto que se vive a lo interno de los centros por la pandemia del covid-19.
La Oficina para el Control de Inmigración de Aduanas (ICE) y el sheriff Thomas M. Hodgson culparon a los inmigrantes de generar los disturbios por oponerse, según las autoridades, a que se les practicaran pruebas de coronavirus.
No obstante, abogados y familiares, de los inmigrantes, aseguran que los detenidos no se oponían a la prueba de diagnóstico, sino a ser reubicados a un lugar donde temían estar expuestos a un contagio.
Sumado a ellos, las autoridades carcelarias pretendían hacerlos firmar un documento para admitir que las condiciones del lugar son buenas.
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“El altercado se desató porque los detenidos se rehusaron a que el personal médico les hiciera la prueba del coronavirus”, insistió el sheriff Hodgson.
Además, explicó que “su equipo médico me alertó y aconsejé a los detenidos que por su salud y la salud de sus compañeros detenidos y de nuestro personal debían someterse a pruebas en la unidad médica. Los detenidos se negaron a cumplir, se convirtieron en combatientes y pusieron en riesgo sus vidas y la de muchos oficiales debido a sus acciones imprudentes”.
Este hecho, según La Opinión, se trata del noveno caso de violencia que se reporta en prisiones para inmigrantes en medio de la duda de la propagación de la enfermedad dentro de los centros de detención.
Hasta la fecha, se han detectado 561 casos de covid-19 en cárceles de ICE, de los cuales 522 son detenidos y 39 empleados.
