Las primeras pericias policiales indican que Jorge Minaya, asesino de la hondureña Karla Xiomara Zelaya, durmió nueve días con el cuerpo de la joven antes de cavar una fosa y enterrar ahí el cadáver de su novia.

La hondureña, que se reportaba como desaparecida desde el 22 de septiembre, estaba visitando Perú con su novio, fue atada de manos, golpeada y abusada sexualmente.

Según autoridades peruanas, Minaya Garay, peruano, confesó que él le quitó la vida a su pareja y que la había enterrado en el patio de la casa de su abuela, ubicada en una zona conocida como Carabayllo, en Lima.

Así, tras varias horas de ardua búsqueda, autoridades hallaron el cuerpo enterrado de Zelaya el 13 de octubre. La joven hondureña llevaba varios días de fallecida y el olor a putrefacción llamó la atención de los vecinos que viven cerca al lugar.

Sin embargo, Minaya abandonó el país el 1 de octubre con rumbo a Chile y luego a Londres. Dos semanas después del crimen y a miles de kilómetros del Perú decide confesarlo todo mediante un audio.

"No estoy bien. En la mañana casi me lanzo al tren. Yo me quiero matar, no quiero estar aquí. No quiero más dolor ni sufrimiento. Yo la he puesto en tal sitio, en un lugar, ahí mi abuela vive, en un terreno", dijo el feminicida.

Karla, nacionalidad española, conoció a su novio en Londres, Inglaterra, donde residía. Zelaya había visitado Perú para celebrar junto a su pareja a su cumpleaños, visitando lugares como Machu Picchu.

Sin embargo, al llegar a la vivienda, fue asesinada y, según autoridades policiales, el hombre confesó que tuvieron una fuerte discusión.

"Dice que tuvieron una fuerte discusión y que ella pretendió herirlo con un arma punzocortante, que sería un cuchillo. Él se defendió, él la golpeó, cayó al piso y se desvaneció", según jefe policial.

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