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Los restos de la hondureña, a quien el sistema sanitario de España intentaba salvar a toda costa, fueron cremados el lunes en Guadalajara, ciudad española situada en el centro de la península ibérica.
De acuerdo con el Diario El País, de España, a la cremación asistieron hermanas de la compatriota, quienes tuvieron que trasmitir el último adiós a través de una videollamada para sus familiares en Honduras.
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Se trata de Erika Mejía, quien falleció el domingo en la unidad de cuidados intensivos del hospital Puerta de Hierro, donde permaneció interna durante un mes y medio hasta que sufrió insuficiencia respiratoria, causada por el covid-19.
Según detalló el diario El País, el último adiós de Erika se llevó a cabo en una casa funeraria, donde posteriormente fue trasladada a una capilla, ahí un sacerdote auspició el último adiós de la compatriota.
La historia de Erika
Erika Mejía dejó sus tres hijas en Honduras y migró a España para trabajar como cuidadora, sin imaginarse que el coronavirus le quitaría la vida.
Diario El País relató que, en aquel momento, Erika fue trasladada en helicóptero bajo una operación a gran escala para salvarle la vida.
El portal relata que "se trató de uno de los traslados más complejos entre hospitales y comunidades autónomas de toda la crisis de la covid-19".
Ella cuidaba a una española, identificada como, Milagros Centenera, a quien le relataba sobre su vida en Omoa, Cortés, norte de Honduras, donde quedaron sus tres hijas.
Fue tanto el cariño que le tenían sus jefes, que siempre la trataron como parte de la familia.
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