Migrar hacia Estados Unidos se ha vuelto un peligro inminente para los migrantes hondureños que en muchas ocasiones sufren el infortunio de cruzarse con grupos criminales que torturan a los migrantes; esta es la historia de un hondureño que reveló cómo operan estas organizaciones en México.

David Sanabria y su hija Ximena son parte de esos hondureños que emprenden la travesía en busca de mejores oportunidades en Estados Unidos, pero que también sufrieron ser víctimas de los secuestros en México.

Su hermano, Denis, reside en Nashville, Tennessee, Estados Unidos y un día de trabajo recibió una llamada que lo dejó helado, y con un vacío agónico por lo que escuchó.

La llamada decía que su hermano y su sobrina habían sido secuestrados en México y que si quería volver a verlos con vida tenía que pagar un rescate de 7 mil 500 dólares (183 mil lempiras).

"¿Quiénes son ustedes?", preguntó Denis. "Aquí las preguntas no las haces tú, hijo de tu madre. Consigue el dinero", respondió uno de los secuestradores, según relató el hondureño a Telemundo Noticias.

Denis quedó mudo. Desde hacía una semana había perdido comunicación con su David y el "coyote" (persona que traslada migrantes hacia Estados Unidos) no contestaba sus llamadas.

Dos horas después, volvió a sonar el teléfono. Era su hermano suplicándole que hiciera lo posible para conseguir el dinero del rescate.

Pero Denis no tenía de dónde. Hacía un mes había logrado vender un auto y sacar todos sus ahorros para pagar 8 mil dólares (195 mil lempiras) al "coyote".

Y su familia en Honduras lo había perdido todo tras el paso de los los huracanes Iota y Eta en noviembre de 2020.

Según el relato del hondureño el "coyote" los engañó, porque la cuota que pagó debía incluir el derecho de pasar por los grupos criminales en algunos territorios de México.

"Vamos a comenzar a cortar deditos"

Según el relato de Sanabria, al llegar a Monterrey, los metieron en la parte de atrás de un camión con otros ocho migrantes camino a Reynosa, Tamaulipas.

Y en el camino, el vehículo paró por orden de un grupo de hombres armados. Bajaron a todos los migrantes y los inspeccionaron uno a uno.

"Me dijeron que eran los que comandaban la frontera del río y Reynosa, que eran del Cártel del Golfo", relató el hondureño.

Con el paso de los días, la salud de David comenzó a deteriorarse. Tenía debilidad, fatiga, dolor de cabeza, síntomas de deshidratación.

Cada vez que los secuestradores llegaban con su teléfono, sabía que era momento de llamar a su hermano para presionarlo y pedirle que pagara.

"Ve carnal, ya tenemos a los niños aparte de sus papás y la neta no queremos tomar otras acciones. Ya vamos a empezar, ahora sí que a cortar deditos, ¡ya necesitamos el dinero¡", era parte de las amenazas que enviaban los secustradores.

Al paso de los días, Denis pudo juntar 4 mil dólares (97,600 lempiras), pero cuando habló con los secuestradores, estos le insistieron que debía pagar la cuota completa si quería ver a sus familiares con vida.

Denis se vio obligado a pedir dinero en las calles de Nashville y en una semana reunió los 3 mil 500 dólares que necesitaba para que liberaran a su hermano y a su sobrina.

David y Ximena fueron liberados a mediados de abril de 2021 a las afueras de Reynosa, México, después de 25 días de cautiverio.

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