La mala situación económica que atraviesa la región centroamericana ha impulsado en los últimos años un desplazamiento masivo de personas hacia distintos países del mundo, principalmente los Estados Unidos, por factores como condiciones de vida como poco dignas.

De acuerdo con los índices de desarrollo humano, se puede decir que en la región, Costa Rica es el único que se encuentra en una posición en la que se considera un índice de desarrollo alto, y mantiene condiciones de vida adecuadas.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU), mediante un estudio ha desarrollado una previsión en la que se recoge un notable incremento en los movimientos migratorios irregulares que prevé emitir la región durante la aparición e intensificación del coronavirus (covid-19).

Hasta 2019, la región había registrado la salida de más de 700 mil personas que abandonaron Centroamérica en busca de condiciones de vida óptimas, las cifras previstas por dicho organismo para este año proyectan batir récords, llegando a superar el registro del año anterior.

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Según Forbes Centroamérica, la falta de inversión extranjera, los desastres naturales que han acabado con muchas de las cosechas de los pequeños agricultores, así como la aparición de la pandemia, son algunos de los fenómenos que han ido dañando la economía de Centroamérica.

Una economía a la que se debe agregar el efecto del turismo, donde también sufrirá un impacto importante ante la coyuntura actual, así como la incapacidad de viajar a los países de la región, provocando un claro descenso de la actividad turística en los próximos meses, resalta el informe de la ONU.

Y por si fuera poco, debido a los conflictos en los países del triángulo norte de Centroamérica (Honduras, Guatemala y El Salvador), se ha convertido en uno de los territorios más violentos de América; siendo este otro de los motivos que llevó a miles de ciudadanos a abandonar la región en los últimos años.

Sin embargo, si hay una crisis que ha sacudido a la ciudadanía y que ha impulsado ese desplazamiento de personas, esa ha sido la ocasionada por la pandemia. Teniendo en cuenta el efecto de esta crisis, un territorio con recursos tan escasos como es Centroamérica puede convertirse en un infierno si la pandemia sigue intensificándose.

La incapacidad sanitaria para atender a los ciudadanos en los países del triángulo norte, dada la escasez de recursos, pone en peligro los índices de letalidad por la enfermedad; unos índices que, de seguir aumentando los contagios, podrían comenzar a intensificarse más.

Centroamérica ha perdido toda la seguridad que se le puede brindar a sus ciudadanos. Pues, ante una pandemia que se muestra incontrolable, la migración irregular se ha consolidado con la "nueva normalidad".

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