Una gran cantidad de activistas indocumentados, protegidos por la Acción Diferida para los Llegados en la infancia (DACA), corren el riesgo de ser deportados por haber participado en las manifestaciones en contra de la muerte de George Floyd.

En ese sentido, los “dreamers” podrían perder la autorización que les permite trabajar y el aplazamiento de la deportación, reporta La Opinión.

Además, los migrantes de familias mixtas (estadounidense e indocumentado) deberán tener mucho cuidado al participar en los eventos puesto que la Policía ha detenido a decenas de personas.

Jesús García, miembro del Comité Hispano del Congreso, recomendó que los núcleos familiares “tienen que cuidar a toda la casa. No quieren traer problemas a casa”.

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Aplicar la ley en manifestaciones

El temor de los posibles problemas migratorios y deportaciones aumentaron luego que el comisionado interino de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), Mark Morgan, dijo que la agencia a su cargo apoyaba a la aplicación de la ley en manifestaciones.

Del mismo modo ocurre con la participación de elementos de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), quienes han insistido que su participación como parte del equipo contra protestas no pretende hacer cumplir las violaciones de inmigración.

A su vez, la CBP reitera que “este despliegue se trata de apoyar los esfuerzos de nuestros socios federales, estatales y locales, no se trata de llevar a cabo la misión de cumplimiento de inmigración”.

Desconfianza

No obstante, los activistas de inmigrantes desconfían en que eso ocurra y los partícipes puedan enfrentar problemas migratorios de gravedad.

“No hay confianza en que esta administración no vaya a utilizar todas y cada una de las oportunidades para detener y deportar a un inmigrante”, dijo Greisa Martínez Rosas, receptora de DACA y subdirectora ejecutiva de United We Dream.

La activista de Arizona y receptora de DACA, Máxima Guerrero, acudió a protestas en Phoenix y fue arrestada en su automóvil para luego ser transferida bajo la custodia de ICE por las autoridades locales.

Ante ello, los activistas sugieren a los inmigrantes con peligro de deportación evitar las protestas o cuidar en extremo su asistencia.

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