El sur de Brasil enfrenta una situación desoladora debido a los intensos temporales que azotan la región desde el inicio de la semana.

Casas sumergidas bajo el agua, calles convertidas en ríos y personas atrapadas en techos esperando ser rescatadas pintan un panorama desolador y sombrío.

Cifras en aumento

Según las autoridades locales, las inundaciones han cobrado la vida de al menos 57 personas, mientras que 67 permanecen desaparecidas, sumando una tragedia incalculable para la región.

Asimismo, el estado de Rio Grande do Sul, fronterizo con Uruguay y Argentina, es el más afectado, aunque los estragos de las lluvias se están extendiendo a Santa Catarina, con la primera víctima fatal reportada y 33 ciudades bajo el agua.

Actualmente, más de 8.000 personas se encuentran refugiadas en albergues públicos, mientras que otras 24.000 buscan resguardo en casas de familiares y amigos.

Por otro lado, el gobernador de Rio Grande do Sul, Eduardo Leite, advirtió en una conferencia de prensa que el número de afectados podría aumentar significativamente a medida que los equipos de rescate accedan a las áreas aisladas.

Hasta ahora, 265 municipios se han visto afectados, incluida la capital regional, Porto Alegre, cuyo centro histórico quedó completamente inundado tras el desbordamiento del río Guaíba, alcanzando su nivel más alto en ochenta años.

Las autoridades meteorológicas advierten que se esperan más lluvias, con volúmenes superiores a 60 milímetros hasta el mediodía del sábado, y posibles picos de hasta 100 milímetros en algunas áreas del valle del Uruguay.

La situación sigue siendo crítica, y se intensifican los esfuerzos de rescate y ayuda humanitaria para hacer frente a esta emergencia sin precedentes.

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