El árbol conocido como el “guardián del pueblo inundado” de la República Checa, con 350 años de antigüedad, fue el galardonado con el primer lugar del famoso concurso “Árbol europeo del año 2020”. 

El concurso enfatiza la relevancia de los árboles no solo en la naturaleza sino en la herencia cultural. Mediante una votación abierta vía correo electrónico, se premia a los árboles su belleza y su historia enraizada en las comunidades en su entorno.

La organización del concurso acaba de publicar los resultados de 2020 y el ganador, con 47 mil votos, fue un pino en la República Checa ubicado en Chudobin, una villa que desapareció bajo el agua por la construcción de una presa. Y ahí, en medio del poblado extinto, el árbol se mantiene con vida.

El segundo lugar, se lo llevó un árbol de 242 años enclavado en el centro de su comunidad: Daruvar, Croacia. Y en tercero, un árbol de 103 años en Rusia que, según la leyenda, fue plantado por un monje budista para que otros pudieran descansar cuando peregrinaban por el punto más alto de una colina en Kalmykia.