"Fracturas", mundo "paralizado", "solidaridad". Los dirigentes que se sucedieron este martes en la tribuna de la Asamblea General de la ONU alertaron sobre las divisiones peligrosas de un mundo acosado por las crisis en lo que el jefe de la organización calificó de "tormenta perfecta".

"La crisis del poder adquisitivo se desata, la confianza se desmorona, las desigualdades se disparan, nuestro planeta arde, la gente sufre, sobre todo los más vulnerables" y a pesar de ello, "estamos bloqueados por una disfunción global colosal", dijo el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, en esta gran cita diplomática anual que se realiza presencialmente por primera vez en dos años perturbados por la pandemia de covid-19.

"Estas crisis amenazan al propio futuro de la humanidad y el destino del planeta", advirtió antes de vaticinar que "un invierno de descontento se perfila en el horizonte".

En su largo discurso lleno de pesimismo sobre el futuro del planeta, Guterres reconoció su impotencia ante las "divisiones políticas que socavan el trabajo del Consejo de Seguridad, el derecho internacional, la confianza y la fe de la gente en las instituciones democráticas". "No podemos seguir así", alertó.

A los estragos de la pandemia, se suma ahora la invasión rusa de Ucrania que ha agravado la escalada de los precios de los alimentos y de la energía provocando la inseguridad alimentaria de millones de personas en el mundo.

Nuevo contrato Norte-Sur

"No nos resignamos a la fractura del mundo", dijo el presidente francés Emmanuel Macron en un discurso muy aplaudido, en el que instó a todos los dirigentes a rechazar el "nuevo orden" de división que trata de imponer la Rusia "imperialista" con la guerra de Ucrania.

"La situación de nuestro planeta aumenta nuestras exigencias" dijo, deseando una "sacudida colectiva" para "construir un nuevo contrato entre el norte y el sur".

Esto se hace más urgente, si cabe, después de que la guerra en Ucrania iniciada por el presidente ruso, Vladimir Putin. "Todos tenemos un papel que jugar para ponerle fin ya que todos pagamos el precio", dijo en un discurso a veces enardecido.  

En la tribuna de la ONU, la mayoría de los países en desarrollo, entre ellos los latinoamericanos, han pedido una salida negociada al conflicto, que ha agravado los estragos de dos años de pandemia.

"Alto el fuego inmediato" y "diálogo" han sido algunos de los deseos y demandas más oídos en la tribuna de la ONU, así como críticas a las sanciones impuestas por la comunidad internacional para doblegar la determinación del presidente ruso Vladimir Putin de someter a Ucrania bajo su férula.

"Estas medidas han dañado la recuperación económica y han amenazado los derechos humanos de las poblaciones vulnerables, incluidos en los países europeos", recordó el brasileño Jair Bolsonaro antes de advertir que la "estabilidad, la seguridad y la prosperidad del ser humano están en serio riesgo si el conflicto persiste o se propaga".

Boric y Petro

Ante la intención de Europa de que América Latina se sume a su cruzada contra Rusia, el mandatario colombiano, Gustavo Petro, pidió: "No nos presionen para alinearnos en los campos de la guerra (...) Que los pueblos eslavos hablen entre sí".

Petro, al igual que su colega chileno, Gabriel Boric, participó por primera vez en este foro de la ONU.

El miércoles está prevista la intervención, excepcionalmente por vídeo, del presidente ucraniano Volodimir Zelenski, tras la autorización especial votada la semana pasada por los Estados miembros. El jueves habrá una reunión a nivel ministerial del Consejo de Seguridad.

El clima, víctima colateral

Los países del Sur temen que la lucha contra el cambio climático pueda ser otra víctima colateral del conflicto en Ucrania

A dos meses de la conferencia sobre el clima COP27 en Egipto, los países pobres, en primera línea del impacto devastador del calentamiento del planeta que no han provocado, luchan para que los países ricos cumplan sus promesas de ayuda financiera. 

En este sentido, Guterres, que ha hecho de la lucha para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero una prioridad, instó a los países ricos a que graven los beneficios extraordinarios que generan las energías fósiles para ayudar a los países víctimas del impacto del cambio climático y a las poblaciones afectadas por la inflación. 

Y propuso "redirigirlos de dos formas: a los países que sufren pérdidas y daños causados por la crisis climática, y a las poblaciones en dificultad por los precios de los alimentos y de la energía".

Tradicionalmente, Estados Unidos es el segundo en hablar en el primer día de la semana de alto nivel de la ONU, después de Brasil.

Pero el mandatario estadounidense, Joe Biden, retrasó su intervención hasta el miércoles debido a su presencia el lunes en los funerales de la reina Isabel II en Londres.

Los grandes ausentes de la cita de este año son los presidentes de Rusia, Vladimir Putin, de China, Xi Xinping, y de México, Andrés Manuel López Obrador.

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