Según relatos de familiares y personas conocidas, el joven Salvador Ramos (18) quien ocasionó la masacre en la escuela en Texas, Estados Unidos, al parecer tenía antecedentes problemáticos, ya que, en la escuela que asistía, aparentemente le realizaban bullying, además, contaba con historial de autolesiones y en su hogar se producían problemas familiares.

Por las agresiones en su escuela, Ramos había abandonado sus estudios secundarios.

De acuerdo con declaraciones de su prima Mia, a The Washington Post, cuando Ramos era más pequeño, se burlaban de él por un impedimento del habla que lo hacía tartamudear y que por eso el joven le decía a su abuela que ya no quería asistir a clases.

De igual manera, según un amigo de Ramos, identificado como, Stephen García, el bullying era un problema grave en la vida del hechor, “lo acosaban mucho, mucha gente lo hostigaba”.

Santos Valdez, otro amigo, contó que Ramos en una ocasión se cortó la cara “solo por diversión”, ya que, sufría de problemas mentales.

Según testimonio de vecinos, la madre de Ramos consumía drogas, y en varias ocasiones tenían enfrentamientos entre ellos, incluso un día tuvo que asistir la policía en una de las fuertes peleas, no obstante, su progenitora dijo que tenían una buena relación pero no habló sobre una posible adicción a las drogas.