El Domingo de Pascua, la iglesia católica brasileña rindió un homenaje al personal que trabaja en los hospitales para combatir la pandemia del coronavirus y vistió de médico al Cristo Redentor que corona el cerro Corcovado en Río de Janeiro, Brasil.
Ante las restricciones impuestas por las autoridades brasileñas locales para contener la expansión del virus, el cardenal Orani Tempesta realizó una ceremonia casi solitaria a los pies del Cristo, a 709 metros sobre el nivel del mar y con una vista privilegiada de toda la ciudad.
En la estatua que representa a Cristo con los brazos abiertos, de 38 metros de altura y que fue inaugurada en 1931, se proyectaron imágenes con banderas de los países afectados por la pandemia, como China, Estados Unidos, España, Italia y el propio Brasil, además se compartieron mensajes escritos por niños, en los que se leía "todo va a estar bien".
Asimismo, se pudieron observar las palabras "gracias" y "esperanza", escritas en varios idiomas y, finalmente, la frase "Quédense en casa, por nosotros, por todos. Estamos juntos".