El presidente de China, Xi Jinping, aseguró que la estrategia de cero covid debe mantenerse "firmemente" en su país, donde más de la mitad de los 25 millones de habitantes de Shanghái se preparaban el viernes para una campaña masiva de pruebas contra el virus el fin de semana.

En los últimos meses, la estrategia se ha visto cuestionada por la contagiosidad de la variante ómicron, que ha provocado fuertes restricciones en Pekín y sobre todo en Shanghái que han perturbado la segunda economía mundial.

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El presidente Xi pidió el jueves "coordinar eficientemente la prevención y el control del covid-19 con el desarrollo económico y social", pero advirtió que "el enfoque de dinámica cero covid debe mantenerse firmemente", según la agencia estatal Xinhua.

Los expertos consideran que China tendrá problemas para alcanzar su objetivo de crecimiento económico del 5.5 por ciento para este año debido al cierre de negocios por los confinamientos y las perturbaciones en las cadenas de abastecimiento.

El Banco Mundial redujo significativamente la previsión de crecimiento de China del 5.1 por ciento al 4.3 por ciento y advirtió esta semana que la estrategia cero covid podía ralentizar más la recuperación.

La gente come dentro de un restaurante mientras se reanudan los servicios de cena en Beijing, China, el 9 de junio de 2022. Foto: EFE.

Tira y afloja en Shanghái

Los efectos de los confinamientos de China se han resentido a nivel global, especialmente tras el cierre de Shanghái, la mayor ciudad del país y uno de los principales centros de comercio internacional.

Esta metrópolis practicará test de coronavirus a más de la mitad de sus habitantes a partir del sábado, menos de dos semanas después de empezar a levantar un duro confinamiento de alrededor de dos meses.

La semana pasada, Shanghái retiró la mayoría de restricciones una vez contenido el peor brote de covid de China en dos años, pero las autoridades han seguido imponiendo un serie de medidas cambiantes para evitar cualquier repunte.

Así, cientos de miles de personas siguen sin poder dejar sus casas y un responsable municipal de salud dijo el jueves que los residentes de siete distritos se someterían a pruebas de coronavirus a partir del sábado.

Este cribado afecta a más de 14 millones de personas, incluidos la población del centro financiero de Pudong y varias zonas del centro urbano.

En varias zonas, los habitantes estarán confinados en sus casas hasta que se les tome la muestra para la prueba PCR.

Algunas partes de Pekín también volvieron a imponer restricciones tras flexibilizar la orden de trabajar desde casa y permitir la apertura del interior de restaurantes a principios de esta semana.

El distrito céntrico de Dongcheng decretó el jueves el cierre de bares, locales de ocio nocturno y cafés, tras la detección de focos de contagio en lugares de entretenimiento, reportaron medios de comunicación.

De todos modos, el nivel de contagios en China es muy inferior al de otros países. El viernes se detectaron 73 nuevas infecciones, ocho de ellas en Pekín y once en Shanghái, según la Comisión Nacional de Salud.

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