El respiro duró poco. Las medidas para evitar la propagación del coronavirus se multiplican cada día, en medio de alertas por nuevos repuntes de la pandemia, que deja ya más de 800.000 muertos en el mundo.

El reconfinamiento parcial y el uso de mascarilla están volviendo a ser obligatorios en muchos países ante un virus que no para y ya mató a 800.004 personas y ha contagiado a 23 millones desde que surgió en diciembre en China, según fuentes oficiales.

La situación es preocupante, porque todo el planeta parece haberse relajado ante el anuncio de las potencias de haber encontrado la cura al menos cien proyectos de vacunas, pero que, hasta ahora, ninguna es funcional, y tampoco lo será al menos en los próximos dos años.

De hecho, la misma Organización Mundial de la Salud, ha tenido que ser dura y enérgica, que la vacuna no es la solución, que no estará lista para ser solución en los menos dos años, porque una vacuna no es una carrera política como hasta ahora se ha manejado. Y muchos de comunicación irresponsables lo han visto más como una oportunidad de clics (visitas, páginas vistas) que como un problema que afecta a la humanidad.

En ese sentido, el nuevo coronavirus, SARS-CoV-2 ya oficializó 800.000 muertes en el mundo en apenas ocho meses, volviéndola en una enfermedad altamente letal por las complicaciones asociadas. Aunque la enfermedad es curable con reposo y fortalecimiento del sistema inmune, lo cierto es que muchas poblaciones son afectadas por lo mismo.

Hasta ahora, ninguna otra pandemia ha sido tan letal como la Peste Negra, que dejó unos 200 millones de muertos en un lapso de 4 años (1347-1351), pero también habrá que apuntar que para entonces no existían el avance médico de hoy.

Otras pandemias letales

Con un promedio de 100 mil muertos por mes, el coronavirus ha superado ya a otras once pandemias mundiales. La situación es grave.