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Ante el colapso de cementerios en Brasil que superó los 43 mil fallecidos por covid-19, autoridades de Sao Paulo, urbe más grande del país, presentaron un plan poco ortodoxo para hacer espacio en sus cementerios para las víctimas del coronavirus, desenterrando los huesos de personas sepultadas en el pasado, informó Associated Press (AP).
De acuerdo con la información presentada por el servicio municipal de Sao Paulo, a través de un comunicado, “los restos de las personas que murieron hace al menos tres años serán exhumados y colocados en bolsas numeradas, luego almacenadas temporalmente en 12 contenedores que han sido adquiridos para este propósito”.
Se explicó que está previsto que los grandes contenedores metálicos sean entregados a varios cementerios de la urbe en los próximos 15 días y que los restos almacenados en los contenedores serán trasladados a un “osario público”.
Thiago Dias da Silva, superintendente de la oficina funeraria de la ciudad, comentó que “los contenedores se han usado en ocasiones anteriores y que son más prácticos y asequibles que construir nuevos osarios”.
Según la agencia estadounidense, la ciudad de Sao Paulo, es uno de los lugares más afectados por la pandemia del covid-19 con 5,480 muertes registradas hasta el recuento del jueves pasado.
En ese contexto, expertos en salud muestran su preocupación su preocupación por un posible nuevo brote de contagios después de que el alcalde Bruno Covas autorizó la reapertura parcial del comercio lo que causó aglomeraciones en centros comerciales y el transporte público.
Hasta el lunes 15 de junio, el país más afectado por la pandemia de América Latina, registra 867,624 contagios y alcanza las 43,332 muertes, según el último recuento de la Universidad John Hopkins.
