Manuel es un hondureño adicto al fentanilo, trabaja en la construcción desde hace 10 años en la Florida; sin embargo, comenzó a consumir drogas en Danli, El Paraíso cuando era un adolescente y la adicción está acabando con su vida.

A sus 35 años de edad, depende todos los días de la cocaína. Se gasta 60 dólares de lunes a jueves. El fin de semana el consumo de drogas aumenta, por lo que la cantidad sube a 150 dólares entre viernes, sábado y domingo, un total aproximado 700 dólares a la semana o más de 2,700 dólares al mes.

La adicción afecta hasta su vida sentimental

“He tratado de conseguir pareja, pero todos los intentos han sido en vano. Los primeros meses todo marcha bien, después las mujeres ya se decepcionan de mí”, relata Manuel, mientras repella una pared de una casa en Miami.

“Yo soy feliz solo con mi carrito y las herramientas. Vivo en un apartamento pequeño, gastando casi 3,000 dólares al mes, la vida de Manuel podría ser mucho más cómoda, pero el estar cautivo en las drogas lo ha llevado a una vida precaria.

Lo que hago al día apenas me alcanza para los pagos, ¡pero ahí vamos!". "He pensado en dejar esta onda, (drogas) pero es lo único que me hace sentir bien, cuando no me echo un 'pericazo' me siento solo y cansado", describe el hondureño.

Una dependencia mortal

Las muertes por el abuso de sustancias prohibidas involucradas con el fentanilo fabricado ilícitamente es de aproximadamente un 77.3% y la cocaína o metanfetamina es del 53.1%.

Según las autoridades sanitarias en Estados Unidos, la tasa de muertes por abuso de drogas alcanza a más de 3 mil jóvenes en Florida, de estos, al menos seis son hondureños.

Pero la adicción de Manuel es tal, que aun consciente de que una de esas cifras podría ser él si no busca ayuda para dejar las drogas, dice que no se siente preparado para enfrentar la vida sin la influencia de las sustancias prohibidas.

Qué es el fentanilo

El Fentanilo es un fuerte opioide sintético, 50 veces más potente que la heroína y hasta 100 veces más potente que la morfina. Quienes lo consumen pueden sentir euforia, somnolencia y pesadez, sequedad en la boca, alucinaciones, náuseas y confusión.

Quienes abusan de esta droga pueden llegar a experimentar convulsiones, adicción con síndrome de abstinencia, accidentes cardiorrespiratorias y reducción de la presión sanguínea y muchos casos terminan en muerte.