Una aparente normalidad reina en la ciudad estadounidense de El Paso, en la frontera con México, aunque precisamente desde aquí Estados Unidos. devuelve a muchos de los indocumentados que tratan de entrar en estas semanas de la crisis migratoria que le ha estallado al presidente Joe Biden.
Esas personas son dejadas en el lado mexicano del puente internacional Paso del Norte, lo que preocupa a activistas de la zona, ya que los albergues en Ciudad Juárez empiezan a estar abarrotados.
'Lo que vi en Juárez es confusión', comentó a Efe la voluntaria Cecilia Herrera, que ayuda a inmigrantes en El Paso.
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Para esta mujer, la situación en la localidad mexicana contrasta con la de los albergues en El Paso, donde la gestión es más ordenada y se aplican las normas para evitar contagios de covid-19.
El "efecto llamada" de Biden
Las críticas le están arreciando a Biden por el aumento de la llegada de inmigrantes indocumentados, muchos de ellos menores de edad solos, tras prometer un trato más humano.
Aun así, en la primera rueda de prensa de su mandato este jueves, el presidente no se mostró arrepentido de haber revocado las políticas migratorias de su predecesor, Donald Trump.
En el linde, la Patrulla Fronteriza brega con la entrada de menores de edad no acompañados, a quienes no se expulsa de inmediato, con lo que se les está enviando a centros de acogida.
Los activista en El Paso atribuyen la llegada masiva de los niños y adolescentes a un recurso de desesperación de los padres para evitar que los menores permanezcan a la espera en México, ya que los mandan solos al país del norte.
'Desafortunadamente, el 'Título 42' (que ampara las expulsiones) sí que pone a los padres en una posición muy, muy difícil en la que ellos tienen que escoger si sus hijos se quedan con ellos o si entran a EE.UU. por sí mismos, solos', lamentó López.
“Lo que está pasando ahorita en la frontera es que tenemos a miles de personas que durante los últimos dos años de la Administración de (Donald) Trump han estado esperando en México para poder entrar a EE.UU. y pedir asilo”, explicó a Efe Melissa López, directora ejecutiva de Servicios Diocesanos para Migrantes y Refugiados en El Paso.
“Y ahora -siguió-, como tenemos un nuevo presidente, ellos lo ven como una oportunidad de poder entrar en Estados Unidos”.