En Bolivia, ante la falta e insuficiencia de ataúdes para poder enterrar a los pacientes que fallecen de coronavirus (covid-19), las autoridades de Salud han tenido que recurrir a una medida extrema para poder dar abasto al gran número de personas que fallecen a diario por la enfermedad.

En la ciudad de San Cruz, la más grande de Bolivia y la más afectada por el covid-19 en el país sudamericano, los habitantes dan el último adiós a sus seres queridos fallecidos por la enfermedad en ataúdes de cartón, frente a los elevados costes de los servicios funerarios que no han podido darse abasto ante el incremento de fallecidos.

Enterrar o cremar a un difunto por coronavirus, se ha vuelto casi un lujo, ya que el coste mínimo que cobran actualmente las funerarias en Santa Cruz es de unos 1,000 dólares (cerca de 25 mil lempiras), según informó el portal Vanguardia de Colombia.

Los cajones son similares a una caja de cartón y son donados a los más necesitados que no pueden adquirir un ataúd.

Ante estos cobros excesivos, la alcaldía de la ciudad contrató una empresa que elaboraba cajones para empacar fruta y ahora fabrica, cajones ecológicos que se entregan gratuitamente a las familias más necesitadas para despedir a sus difuntos víctimas de la mortal enfermedad.

Santa Cruz, la región más poblada con más de tres millones de habitantes, es de lejos la que más casos presenta, con 756 fallecidos y 26,671 casos positivos confirmados, más de la mitad del total nacional.

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