El director de Relaciones Culturales y Científicas de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), Miguel Albero, ha reflexionado en el Glosario de la pandemia del covid-19, relacionado con el término "espera".

En un vídeo colgado en YouTube, el exembajador de España en Honduras hace referencia de la espera de su libro "Godot sigue sin venir" porque "el concepto se ajusta muy bien a esta pandemia, estamos todos o casi todos confinados, y por tanto sumidos en la espera", expresa.

Agrega que "esperar de anhelar y esperar de aguardar se dice de la misma manera", lo que "nos convierte en seres pasivos porque esperamos esperando, estamos deseando que las cosas mejoren y lo hacemos en muchos casos, no todos, guardando".

El diplomático, con amplia experiencia en el sector cultural, reflexiona en torno a la cuarentena en casi todo el mundo por el covid-19 "esa manera de combatir que parece algo activo lo hagamos de manera pasiva, con la espera".

"Espera, esperando se cumple en esta pandemia o en este confinamiento todo los elementos de la espera... y somos conscientes que estamos aguardando", dijo.

Miguel Albero manifiesta que en su libro "Godot sigue sin venir", identifica tres tipos de espera: la existencial, la esperanzada y la espera angustiosa, esta última que se aplica en los que esperan por sus familiares enfermos, en el caso el covid-19, y la angustia de todos esperando que va pasar con la pandemia.

¿Quién es Miguel Albero?

Escritor y diplomático, Miguel Albero nació el 12 de marzo de 1967 en Madrid, España. Es licenciado en derecho por la Universidad Complutense de Madrid.

En agosto del 2018 fue nombrado Director de Relaciones Culturales y Científicas de la AECID.

Con su obra "Mal" ganó en diciembre de 2016 el XXI Premio de Novela Vargas Llosa, convocado por la Fundación Caja Mediterráneo, la Universidad de Murcia y la Cátedra Vargas Llosa de la Fundación Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes.

Representó a España en Honduras de 2013 a 2017. En octubre de 2017 el Congreso Nacional lo condecoró con la Orden Francisco Morazán en el grado de Gran Cruz Placa de Plata, previo a concluir su misión diplomática.

Miguel Albero dijo adiós a Honduras con el libro "De estas estampas mis Honduras”, que recoge fotopoemas y que muestra su amor por Honduras, donde se ganó la simpatía del pueblo.

Siendo embajador, promovió varios proyectos en beneficio del país, entre ellos tres proyectos de saneamiento de agua en las ciudades de Comayagua, Gracias y Santa Rosa de Copán, un auxilio directo al actual gobierno del presidente Juan Orlando Hernández, en el tema del aeropuerto de Palmerola.

Además, contribuyó con asesoría directa de un experto español en el nuevo Código Penal, apoyó la construcción de escuelas en los pueblos Guajiquiro, Minas de Oro, Trojes y Santa Rosa de Copán.

Colaboró también para la Universidad Nacional Agrícola de Catacamas, con un montaje de laboratorios, y en el mismo tema apoyó en la Escuela Nacional de Educación Forestal; en el manejo de un plan de turismo en Trujillo, Colón; promovió un plan renovador para la restauración del centro histórico de Tegucigalpa.