Un insólito hecho sucedió este fin de semana en San Petersburgo, Rusia. Un hombre decidió prenderle fuego a una iglesia llamada San Basilio el Grande porque su esposa habría gastado cantidades exuberantes de dinero en donaciones a esta congregación.
En compañía de sus cuatro hijos y percatándose que no hubiera nadie cerca, el sujeto roció con gasolina las paredes y prendió fuego a dicho templo religioso.
Sin embargo, las personas cercanas al lugar fueron quienes se apresuraron para ayudar a apagar el fuego y minutos más tarde recibieron ayuda por parte de los bomberos, quienes lograron controlar las llamas luego de varias horas y aseguraron que no hubo heridos en el lugar.
Por su lado, el hombre pidió a la Policía que lo arrestaran por el delito; además, no negó los hechos durante su interrogatorio.
Pese a que confesó todo, un juez optó por dejarlo en libertad hasta que se dicte una sentencia.
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