Un piloto griego fue acusado del asesinato de su esposa luego de más de un mes de encubrir el crimen, el cual fue resuelto gracias a un reloj inteligente que contenía información valiosa para la investigación.

Babis Anagnostopoulos confesó que su esposa, Caroline Crouch, había sido asesinada brutalmente durante un robo en su casa el pasado 11 de mayo.

Durante todo este tiempo mantuvo la misma versión, misma que fue dada a conocer a través de los medios de comunicación locales.

El hombre señaló que Crouch había sido estrangulada por unos ladrones que irrumpieron en su casa, ataron a la pareja y amenazaron con matar a su bebé.

Tras el supuesto asalto huyeron con 15 mil euros (unos 423 mil lempiras), según informó la BBC.

Sin embargo, la Policía de Glyka Nera, en las afueras de Atenas, ofreció una recompensa de 300 mil euros (8 millones 460 mil lempiras) para dar con el paradero de los disque asaltantes.

Pero poco después, el hombre confesó que mintió y que había estrangulado a su esposa durante una pelea, en la que Crouch había amenazado con dejarlo y llevarse a su hija.

Caroline Crouch y Babis Anagnostopoulos. (Foto: Instagram @flying.babis)

¿Cómo determinaron quién era el asesino?

La Policía resolvió el caso gracias a un reloj inteligente de Crouch, el cual mostró que su corazón había dejado de latir horas antes de que ocurriera el presunto robo.

Cuando se encontró el dispositivo, se halló también que el marcapasos siguió funcionando durante el presunto asesinato.

Además, los datos de rastreo del teléfono de el hombre indicaban que durante la noche del crimen estuvo moviéndose por la casa, lo cual contradecía sus afirmaciones de que durante todo ese tiempo había estado atado a la cama.

Vea además: ¡Rompió el silencio! Cirujano que atendió a la princesa Diana da detalles de su fallecimiento