Un ciudadano fue detenido tras tomar armado este viernes un banco en el sur del Líbano para exigir la devolución de sus ahorros, el segundo asalto de este tipo en dos días, y el tercero desde agosto, en un país que atraviesa una crisis de liquidez desde hace años, informaron diversas fuentes.

El asalto tuvo lugar a primera hora del día en el distrito de Ghazieh, en la ciudad mediterránea de Sidón, cuando "un depositante, acompañado de una persona, entró en una sucursal bancaria y exigió que se le devuelvan sus depósitos", informó la agencia nacional de noticias, NNA.

El ahorrador, identificado como M.Q, amenazó a los empleados del Byblos Bank "con un arma militar, vertió gasolina y amenazó con quemar la sucursal en caso de no entregarle su dinero", añadió.

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La agencia, que no dio a conocer detalles sobre la cantidad del dinero, señaló que la toma del banco "duró un tiempo", antes de que el ahorrador se entregara a las fuerzas de seguridad.

Por su parte, la Asociación de Sarja de Depositantes, colgó un vídeo en su cuenta en Facebook, en el que mostró imágenes del Byblos Bank en Ghazieh, y un portavoz confirmaba la detención del ahorrador, mientras aseguraba que los miembros de la agrupación "apoyarán a todo y a cada uno que exija la devolución de sus ahorros".

El pasado miércoles el Blom Bank de Beirut fue testigo de un asalto similar después de que una mujer, apoyada por un grupo de depositantes, tomara como rehenes durante casi una hora a los empleados y clientes de la sucursal en Beirut, y amenazó con quemarse si no se le entregaran sus ahorros, que -afirmó- necesitaba para el tratamiento de su hermana, enferma de cáncer.

El incidente duró poco más de 45 minutos y terminó después de que la ahorradora recibiera 20.000 dólares, sin que aparentemente hubiera más hechos de violencia, o fuera detenida la mujer.

A mediados de agosto, un hombre armado tomó durante varias horas otra sucursal bancaria de la capital libanesa, y se entregó a la policía tras recibir 30.000 dólares de sus ahorros para pagar el tratamiento de su padre enfermo, pero fue puesto en libertad sin cargos cuatro días después, luego que la entidad retirara la denuncia presentada en su contra.

El sistema bancario, incentivado por los altos intereses ofrecidos tras el final de la guerra civil libanesa en 1990, se convirtió en tenedor de la mayoría de la deuda que fue emitiendo el Estado para contrarrestar su déficit, en medio de una corrupción endémica y las pérdidas registradas por empresas estatales.

A finales de 2019, se hizo aparente que las entidades no tenían liquidez suficiente para entregar dólares a todos los ahorradores que habían depositado en esa moneda y el sistema se vino abajo, lo que llevó a los bancos a imponer medidas oficiosas de control de capitales, haciendo que las cuentas en dólares quedasen virtualmente bloqueadas.

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